Un jornalero de 40 años admitió ayer ante el juez de Garantías, Federico Rodríguez, que sometía a prácticas de sexo oral a su hijastro de 9 años. Y el magistrado le aplicó una condena de 9 años, la misma que el imputado y su defensora, María Noriega, habían acordado con el fiscal Duilio Ejarque (UFI Anivi) por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado.
Todo se descubrió de la manera más dolorosa y terrible para la madre del niño, porque en los primeros minutos del 16 de diciembre pasado, se despertó al percibir ruidos como de gárgaras y al prender la luz, en la cama contigua vio a su pareja con el calzoncillo bajo y sus genitales en la boca del menor.
Esa vez el niño le dijo a su madre que no era la primera vez que eso pasaba, que siempre lo hacía cuando ella se iba a otra parte. Los psicólogos que entrevistaron al menor confirmaron que no mentía y que presentaba todos los signos de las víctimas de abuso sexual.
Admitir su responsabilidad en un juicio abreviado y no ir a un juicio común pareció la decisión más acertada para ese sujeto, porque entre el cúmulo de pruebas de Fiscalía en su contra, se incluía una pericia psicológica sobre él mismo, retratándolo como alguien inmaduro sexualmente, con la confusión de no saber si realmente se identifica con su sexo y, lo más grave, propenso a descargar su libido sexual en los niños, indicaron fuentes judiciales.