A pesar de las graves sospechas en su contra, por ahora no tocará suelo en la cárcel de Chimbas. Eso sí, igual tendrá prisión preventiva por 6 meses que deberá cumplir en la casa de una amiga en Sarmiento y con vigilancia policial por igual plazo. Así lo dispuso ayer la jueza de Garantías Verónica Chicón, porque la acusada, de 46 años, sufre diabetes, problemas cardíacos y una afección en la piel. La magistrada también dio luz verde a los ayudantes fiscales Nahuel Ibazeta y Mario Quiroga (de la UFI Anivi que coordina la fiscal Valentina Bucchiarelli), para que la hija de esa mujer, una chica de 15 años, declare ante los psicólogos del Anivi sobre un asunto fundamental: la presunta prostitución a la que la sometía su propia madre con un comerciante.

La denuncia contra esa mujer no mencionada para preservar a la menor, había sido realizada el 24 de enero pasado por una expareja de la imputada. Según fuente judiciales, ese hombre le escuchó decir a otra hija de la ahora acusada, que la menor le había comentado sobre su malestar por los trabajos que su madre le hacía hacer: tres visitas por semana a la casa de un comerciante, entre las 7 y las 8 de la mañana. Y algo de cierto pareció existir en esa versión, porque un día esa otra joven vio llegar a su hermana menor con $5.000 y ropa nueva, indicaron.

Luego de ser denunciada, la mujer huyó con su pareja, Javier Córdoba. Y se presume que se fueron a Tucumán. De esa provincia, solo ella regresó el último martes y fue apresada en el acto.

De los dichos de la menor se sabrá si ese hombre está o no ligado a la presunta maniobra.