El olor insoportable y la falta de noticias de Rosa Damiana Gauna, la mujer de 81 años que siempre caminaba por la cuadra de bulevar Las Heras al 900, Córdaba, llevó a que un vecino decidiera asomarse al interior del departamento del conventillo. Fue entonces que el espantó lo absorbió: de una heladera medio abierta, asomaba una pierna.
El llamado ingresó al 101 de la Policía a las 15.35 de ayer y minutos después los dos agentes que llegaron al lugar señalado, Las Heras 923, barrio Ducasse, escucharon el relato de una mujer nerviosa.
Se trataba de la hija de Rosa, de 42 años, que aseguraba que su madre había muerto el pasado lunes 9 de este mes y que ella había escondido el cadáver en la heladera.
Según alcanzó a decir a los policías –estos dichos no tienen validez judicial–, el domingo 8 discutieron y ella le pegó una cachetada a la mujer, golpe que la arrojó al suelo. Dijo que hace dos años que vivían juntas y que las peleas eran constantes. Lo concreto, de acuerdo a sus dichos, es que ese domingo ella se fue de la casa y al regresar al otro día, la encontró allí mismo tirada, sin vida.
Fuente: La Voz del Interior
