La imagen fue dramática: su esposa, parada en el interior del pozo negro, con la materia fecal que le llegaba hasta las rodillas y pidiendo auxilio a los gritos. Y todo por buscar un poco de "burro" para comenzar la mañana de ayer tomando unos mates junto a su marido y una sobrina. Eso fue lo que le pasó a Mercedes Castro de Tivani, una ama de casa de 57 años, quien cayó 8 metros hasta en el interior del pozo negro en su casa del Barrio Río Negro, en Pocito, cuando caminaba sobre la excavación. La tierra cedió y, literalmente, se la tragó. A pesar de la brusca caída, la mujer pudo salir por sus propios medios y sólo sufrió lesiones menores, dijeron sus familiares.
Eran las 8 de ayer cuando ocurrió el accidente en la casa 4, ubicada en la manzana D, en el Bº Río Negro, en Pocito. Según Miguel Tivani (62 años, jornalero), su esposa fue hasta el patio a buscar el yuyo para tomar unos mates junto a Marcela, su sobrina. Cuando encaró para el fondo sus parientes nunca pensaron lo que sucedería después. Al caminar por arriba de la tapa del pozo negro, el piso se aflojó y la mujer pasó de largo hasta el fondo, contaron.
Mercedes empezó a pedir auxilio pero nadie la escuchaba. Cuando su sobrina notó que no regresaba salió a ver y se topó con su tía, en el fondo del agujero, con materia fecal hasta las rodillas pero aún viva y desesperada porque la saquen, precisó su esposo.
De inmediato, su marido corrió a buscar una soga y se la tiró pero no llegaba hasta el fondo, aseguró Tivani. Tras el intento fallido por rescatarla, el hombre salió a la calle a buscar ayuda en los vecinos pero tampoco pudieron hacer mucho por tratar de sacarla.
Luego, llegaron policías de comisaría 7ma. y empleados de la Municipalidad de Pocito con una escalera extensible y así pudieron rescatar a la mujer del interior del hueco. Le alcanzaron un casco de moto para que proteja su cabeza y la víctima pudo salir por sus propios medios, precisaron. Más tarde, la trasladaron hasta el hospital de Pocito donde quedó internada en observación por un golpe en la cabeza al pegar contra una de las paredes, pero fuera de peligro, dijeron en la policía.
"Gracias a Dios no le pasó nada… desde los 32 años que vivimos aquí es la primera vez que nos pasa una cosa así, pero en el barrio ya han habido otros casos y es porque los pozos negros están hechos con blocks y ahora ni existen por el desgaste del agua… ahora seguro vamos a tener que hacer uno nuevo, de material", decía ayer agradecido Miguel Tivani.

