"Cómo le parece que estoy", fue la respuesta de Fabiana Noguera a este diario cuando se la entrevistó en su casa en el Barrio Camilo Rojo, en Santa Lucía. Y todo indica que bien casi que no puede estar, porque su hijo mayor, Jonathan Espinosa (23), lleva una semana desaparecido en Córdoba.
El joven partió hacia Nueva Córdoba a principios de enero con intenciones de visitar a unas amigas y conseguir trabajo. Allí, se alojaba en un departamento con sus amistades, todas estudiantes universitarias de la Universidad Nacional de Córdoba.
Pero tras recorrer la ciudad y no tener respuestas positivas, finalmente se dio por vencido y decidió volver a San Juan, donde su familia lo esperaba. "Me voy porque me sequé la mente", fue uno de los últimos mensajes que le envió por Whatsapp a su madre.
Sin embargo, nunca volvió. Según informó la policía cordobesa a la familia, Jonathan sacó un pasaje el pasado lunes 21 cerca de las 17:20, pero lo canceló a eso de las 20.
Ese día le había avisado a su padre, Rafael Espinosa, que llegaría a San Juan alrededor de la medianoche. Pero cuando fueron a esperarlo no bajó del colectivo. Y empezó la desesperación y la angustia.
Pasaron los días, Jonathan no llegaba y empezaron los operativos para dar con él. Pero hasta ayer, a pesar de los esfuerzos, todo sigue igual.
"En Córdoba no nos quisieron mostrar los videos de las cámaras de seguridad y recién ayer un juez los pidió para que podamos verlos", contó la madre.
Supuestamente por la "falta de cooperación" y "poco interés" de parte de la policía cordobesa, Rafael Espinosa se instaló en esa provincia para él mismo encarar la búsqueda de su hijo.
"Necesito que la Policía se mueva, que el Gobierno nos ayude para que pueda ir a buscar a mi hijo", dijo Noguera, quien ahora piensa en pedir ayuda a Gendarmería.
A pesar de la falta de pistas, su familia no pierde la esperanza de que vuelva. "Mi hijo no es así, jamás me haría esto sabiendo cómo estoy", aseguró la mujer, que padece una isquemia de miocardio desde hace un año e hipertensión emocional.
Con el apoyo de toda su familia y amigos, ahora buscan organizar marchas y llevaron adelante campañas de difusión por redes y otros medios para dar con cualquier indicio del mayor de sus hijos.
"Mi familia sigue insistiendo con que vayamos a Córdoba a buscarlos todos juntos", dijo. Desde entonces, recibieron falsas pistas de gente que decía haberlo visto en Tucumán e incluso vendiendo rosarios en una plaza de La Rioja, pero tras ver las imágenes descartaron que fuera él.
Mayor de 4 hermanos y guitarrista apasionado, Jonathan empezó a estudiar en la Escuela de Música, pero abandonó y decidió partir a Córdoba.
"Todo el tiempo le pido a Dios que aparezca y sé que va a aparecer", cerró su madre.