La Escuela de Educación Especial Hebe Arce Videla de Oro de Albardón no tiene paz por los continuos robos y actos vandálicos. Sus 254 alumnos ayer no pudieron tener clase por otro ataque contra el colegio. Es el segundo hecho en menos de dos meses y el sexto en cinco años. Los ladrones volvieron a entrar a la cocina y como las veces anteriores se llevaron los juegos de vajilla que utilizan para servir el almuerzo y la merienda a los chicos. También entraron al sector de la dirección para robar artefactos electrónicos y en forma de burla defecaron en una sala y se limpiaron con una cortina.

‘La escuela está quedando sin nada. Y la verdad es que no dan ganas de hacer festivales ni colectas para comprar más cosas, si igual todo se lo roban’, comentó quebrada Edith Monserrat Gómez, la directora de este establecimiento situado en calle La Paz, al lado del microhospital de Albardón. El último hecho vandálico lo sufrieron el 25 de febrero pasado y el anterior fue en la Semana Santa del 2013.

Cayó la casualidad que ahora entraron a robar nuevamente en Pascuas. Como no hubo actividad durante el fin de semana largo, los ladrones aprovecharon que el colegio no tiene sereno ni casero e ingresaron a robar el sábado a la madrugada.

Otra vez se ensañaron con la cocina, de donde se llevaron más de 100 platos y vasos, 160 juegos de cubiertos, dos tachos de 60 litros, unas ollas y otros elementos de vajilla, además de cajas con artículos de limpieza y mercadería. ‘Hoy (por ayer) no teníamos cómo dar de comer a los chicos, así que se decidió suspender las actividades. Por suerte, para mañana (por hoy) conseguimos que nos presten la vajilla, y lo que falte lo traeremos de la casa, porque los niños no se pueden quedar otro día sin la comida’, señaló Gómez. Los ladrones también violentaron los accesos a la biblioteca y en algunas aulas en busca de objetos de valor. Pero el daño más grande lo hicieron en la dirección. Ahí destrozaron la puerta a patadas y robaron una computadora completa, el monitor de otra PC, dos teclados y otras cosas menores, denunciaron. ‘Tuvimos que pagar de nuestro bolsillo a un sereno para que cuide la escuela el fin de semana porque quedó todo abierto, pero no es nuestra responsabilidad, esto es del Estado. Nosotros no podemos hacer más’, aseguró la directora.