La sospechosa no podía ser otra que la empleada. A esa conclusión llegaron los hermanos cuando se descartaron como posible causa de la ausencia de los ahorros de su anciano padre con problemas de Alzheimer, en un lugar bastante secreto de la casa. Entonces supieron que la mujer había dejado trasladarse en un viejo Renault 12 desde Rawson hasta la vivienda de su progenitor en Concepción, Capital, y circulaba en una camioneta Ford EcoSport. Y quedaron prácticamente convencidos de su autoría, cuando le pidieron el favor de llevar al anciano al médico y la mujer les respondió que no porque andaba en micro. Era mentira: dejaba la EcoSport estacionada cerca de la vivienda de su patrón para llegar siempre a pie.
El pasado 26 de agosto, Mario Agüero llegó a la Seccional 2da, dirigida por el comisario inspector Jorge Ocampo, para denunciar la sustracción de unos U$S3.905 dólares, alrededor de 70.000 pesos argentinos y joyas, poniendo la mira en esa mujer de Chile en la que confiaban plenamente porque llevaba años trabajando en la casa y en el cuidado de su padre Eduardo, que tiene más de 80 años, dijeron fuentes policiales.
El miércoles en la noche, los policías de calle de la Seccional 2da arribaron a la casa que alquila Claudia Antonia Ortega González (45) en Estado de Israel una cuadra al Este de España, en Rawson. Y confirmaron las sospechas: tenía los dólares, un total de $10.050 pesos, algunas pulseras de la familia Agüero y 39.000 pesos chilenos. No fue todo: los pesquisas también le secuestraron la camioneta Ford EcoSport que compró por lo menos medio año atrás y un televisor de 42 pulgadas que, se sospecha, adquirió con el dinero sustraído de la casa de su patrón.
Según los voceros, la mujer intentó explicar que todo era fruto de sus ahorros pero no le creyeron, porque tiene un ingreso de unos $3.500 por mes y su pareja vende maicenitas. La juez en lo Correccional Mónica Lucero decide si la procesa o no por hurto.

