Chloe Wiegand, de un año y medio, murió el 7 de julio de este año tras caer desde un piso 11 de un crucero de la compañía Royal Caribbean cuando estaban en San Juan, Puerto Rico. Su abuelo es acusado de homicidio negligente en octubre de este año y esta semana dio una entrevista.
Salvatore Anello fue acusado por las autoridades puertorriqueñas por la muerte de su nieta. En una entrevista transmitida por el canal CBS, el hombre contó que él pensó que la ventana donde la sentó era un lugar seguro, pero estaba abierta y él no lo notó.
La familia recuerda que Anello solía sostener a Chloe contra el vidrio para ver los partidos de hockey de su hermano mayor. Pero ese 7 de julio, la ventana del crucero estaba abierta y la pequeña cayó desde el piso 11.
"Recuerdo que la vi caer. Creo que por un tiempo estuve en estado de shock", declaró ante las cámaras del canal estadounidense. "También me acuerdo haber gritado que pensaba que había vidrio. Porque pensé que había vidrio. Todavía me lo digo a mí mismo porque lo revivo todo el tiempo".
Contó un detalle no menor: es daltónico y por eso considera que no pudo distinguir la diferencia entre las ventadas cerradas y la ventana abierta desde la que cayó su nieta. Cree que el crucero es responsable.
En noviembre, cuando fue a la corte de Puerto Rico por el cargo por el que enfrenta hasta 3 años de prisión, habló ante las cámaras: "No pueden hacerme nada peor de lo que ya ha sucedido. Que Chloe se haya ido es lo peor".
Los padres de la pequeña dijeron a través de su abogado, Michael Winkleman, que están "totalmente devastados" por la acusación contra el abuelo. Consideran que es "como echar sal a una herida abierta".
