El anciano identificado como Lino Gómez (81) fue atacado en su propia vivienda. Creen que los ladrones sabían que tenía dinero.
 

 

Un anciano de 81 años atravesó en su propio domicilio una de las peores experiencias: despertar a punta de arma rodeado por tres delincuentes que, luego de amenazarlo con quitarle la vida, eliminaron cualquier resistencia para que les dijera dónde escondía lo que buscaban: un botín de unos $300.000, ahorros y otros ingresos que guardaba en su vivienda, dijeron fuentes policiales.

El hecho trascendió ayer pero ocurrió alrededor de las 5 del domingo en la casa de la víctima (identificada como Lino Gómez) situada en avenida Libertador metros al Este del cruce con Meglioli, en el departamento Rivadavia.

El de Gómez no fue el único caso de una persona asaltada cuando dormía: en San Martín, otro hombre de 68 años también fue sorprendido en su cama y perdió varias de sus cosas a manos de una banda más numerosa (ver recuadro).

Ayer este diario intentó dar con Gómez, pero no fue posible localizarlo en su casa. En la Policía estaban convencidos que los delincuentes supieron de algún modo que el anciano podía tener una suma importante en su vivienda, pues en el vecindario circuló la versión de que luego del fallecimiento de su esposa, una docente jubilada, había cobrado algunos seguros, indicaron.

Ayer buscaban testigos y cámaras de seguridad en la zona que les permitieran conseguir alguna pista sobre los movimientos de sospechosos en días previos y, sobre todo, durante el momento del ataque.

El caso, bajo directivas del juez de Instrucción Alberto Benito Ortiz, es investigado por pesquisas de la seccional 13ra, la Brigada Norte y la Brigada de Investigaciones de la Central de Policía.

 

Otro caso calcado en San Martín

 

Mario Cataldo (68) fue otro que despertó ayer en la madrugada con la desagradable sorpresa de ladrones en su propia cama, en su casa de la calle Laprida casi San Juan, en el distrito Dos Acequias, San Martín. Según la Policía, al menos cinco sujetos se encargaron de atarlo de pies y manos y amordazarlo para robarle varias de sus cosas: un ventilador, un televisor de 20 pulgadas y una bicicleta, dijeron fuentes policiales. Un yerno de Cataldo fue a verlo y pudo rescatarlo, precisaron.