Jorge Eusebio Aldeco (42 años, condenado a 9 años de cárcel por el asalto a Hebilla Hns.) logró escapar de la cárcel el último sábado luego de ejecutar una maniobra compleja: no sólo se hizo pasar por su hermano Pascual, que quedó en la celda, con la versión de que fue dopado. Ayer, la policía reveló también que un video del Servicio Penitenciario muestra cómo el interno salió de la cárcel con su hermana y con una criatura en sus brazos para no despertar sospechas entre los guardias, que de todos modos omitieron un dato para nada menor: revisar el sello que ponen las visitas en los brazos para evitar precisamente dolores de cabeza como el que les causó el asaltante.

Por eso el juez del caso, Leopoldo Zavalla Pringles, ordenó apresar a esa mujer y a los policías de la comisaría 30ma. al mando del comisario inspector José Antenor Olivera. Ejecutaron la medida a las 7.40 de ayer. Marcela Isabel Aldeco (38) fue apresada en la casa de su madre en Media Agua, Sarmiento, pero podría no ser la última detenida por el escandaloso escape: el foco de los investigadores ahora está puesto en saber de quién era la criatura que el fugado simulaba proteger celosamente. Según los pesquisas, los hermanos Aldeco ese día llegaron sin ningún niño al Servicio Penitenciario Provincial.

Tras su detención, Marcela Aldeco habría dicho que se enteró que su hermano quería escapar cuando dopó a Pascual (36) en la celda del pabellón 3, en el Sector IV de la cárcel, y que luego de esa maniobra no se pudo negar por la estrecha relación familiar entre ambos, señalaron. Pero a los policías no les cierra esa versión y están convencidos de que como su hermano (y tal vez alguien más) estaban al tanto de la maniobra y ajustaron cada detalle para que nada pudiera entorpecer el escape.

A los hermanos Aldeco se les imputa el presunto delito de facilitación de la evasión, que es excarcelable, aunque los hermanos estarán detenidos hasta que sean chequeadas sus planillas prontuariales. Si de ahí no surge que tienen pedidos de captura, podrían volver a sus casas, pero sospechados.

El juez también deberá analizar el papel de los guardias para determinar si la fuga fue producto de una negligencia en el cumplimiento de sus deberes o, lo más grave, si de alguna manera también facilitaron el escandaloso escape.