Los análisis toxicológicos terminaron siendo pruebas que, en parte, parecían explicar por qué un penitenciario perdió el control de la moto que guiaba ayer en la madrugada en un barrio de Pocito, con los peores resultados para su integridad física. Según fuentes judiciales, los estudios bioquímicos detectaron 1,43 gramos de alcohol por cada litro de sangre (lo tolerado para manejar es 0,50) y, en su orina encontraron también restos de estupefacientes.
No fue lo único que les permitía suponer que la muerte del ayudante de 3ra, Cristian Miguel Funes Sánchez (37 años), se produjo por una falla humana: las primeras impresiones de los peritos en accidentología los llevaba a conjeturar también que transitaba a alta velocidad.
Por eso fue que, a pesar de llevar casco puesto, no resistió las lesiones que sufrió luego de pasar de largo en una rotonda del barrio Teresa de Calcuta, en Pocito, hasta estrellarse contra el pilar del alumbrado público situado en el centro de esa plaza circular que sirve para aminorar la velocidad del tránsito.
Todo pasó alrededor de las 4,50 de ayer en el cruce de Constitución y San Martín. Según voceros del caso, Funes Sánchez había cumplido algunas horas de un servicio adicional en una fiesta y a la hora en que perdió la vida volvía a su casa, en Rawson.
El penitenciario circulaba de Sur a Norte por Constitución al mando de una Motomel 110 cc y al llegar a la rotonda pasó de largo hasta estrellarse contra el pilar del alumbrado situado en el centro.
De la investigación encarada por peritos y policías al mando del fiscal Francisco Micheltorena y los ayudantes fiscales Adrián Elizondo, César Recio y Agustina Ventimiglia (UFI de Delitos Especiales), se desprendió que no hubo frenadas de último momento. Y todo parecía indicar que tampoco realizó alguna otra maniobra para esquivar algún obstáculo (un peatón, un animal, algún otro vehículo).
De todos modos esperarán a tener el resultado de otras pericias y pruebas para determinar si están en lo cierto, o si algún testigo o las eventuales imágenes de cámaras de seguridad revelan algún detalle que hasta ayer les era desconocido.
Si se confirma que el penitenciario se accidentó sin la participación de alguien más, el caso pasará al archivo.