El número de fallecidos por los accidentes de tránsito sigue en aumento y en apenas 72 horas se registraron 5 víctimas. El viernes, una motociclista fue embestida por una automovilista en Rawson. Un día después, un peatón fue atropellado en Santa Lucía. En la madrugada del domingo, un joven se mató al chocar en auto en Rivadavia. Y entre el domingo en la noche y ayer en la siesta, se registraron las últimas 2 muertes de esa seguidilla: un obrero en moto que chocó contra un árbol en Rivadavia. Y en Capital, un empresario mató con su camioneta a un chico de 10 años en bicicleta (ver página 11).
El obrero:
Roberto Gustavo ‘Petaca’ Seares tenía 38 años, vivía en Chimbas y con el sueldo que ganaba como encargado en la parte de premoldeados en la empresa constructora ‘Mulet’, mantenía a su esposa Dina Mereles y a sus 7 hijos, de entre 21 y 6 años. El sábado pasado, Roberto y parte de su familia partieron al cumpleaños de una hermana de su señora en La Bebida, Rivadavia.
El festejo se extendió y todos se quedaron hasta el domingo. Durante ese día, el obrero siguió bebiendo con sus parientes, contó Dina. Cuando se hizo de noche, su mujer y los niños se tomaron un remís para regresar a casa y el obrero decidió quedarse un rato más. Antes de las 22 del domingo, Seares tomó su moto Appia Brezza 150cc y enfiló hacia a Chimbas, haciendo caso omiso a los reproches de sus parientes para que no manejara.
‘Era muy terco. No me hizo caso ni a mí ni a mi hermana. Se vino igual y mire lo que pasó’, comentó Mereles, dolida. La versión policial es que Seares circulaba al Este por avenida Ignacio de la Roza y unos 200m después de callejón Chacabuco, perdió el control del rodado y se fue a la banquina derecha. Por allí hizo unos metros hasta que se estrelló contra un gran eucalipto. Roberto llevaba casco, pero ni eso lo salvó.
Tras su fallecimiento, su familia mostró su malestar con la Comisaría 13ra: ‘nos dijeron que estaba detenido. Recién hoy (por ayer) al mediodía nos dijeron lo que realmente había pasado. Es una vergüenza lo que hicieron’, dijo Dina Mereles.

