En La Matanza, un nene de 6 años murió electrocutado mientras se lavaba las manos en el agua que había quedado acumulada en el lavarropas de su casa.
Todo se dio en el barrio 28 de octubre, ubicado en Ciudad Evita. La trágica situación ocurrió en un lugar donde viven 150 familias y no hay agua corrientes ni cloacas, mientras que la conexión eléctrica es muy precaria.
Estas condiciones terminaron llevando a la muerte del chiquito. Sus padres tenían dos tachos de agua recolectada para cubrir las necesidades básicas.
El último domingo, el papá del niño lo mandó a lavarse las manos, pero en lugar de utilizar uno de los tachos, el menor se dirigió a hacerlo en el agua que había quedado acumulada en lavarropas. Desafortunadamente, el electrodoméstico estaba conectado y el menor terminó electrocutado.
Luego de que ocurrió todo, una vecina intentó reanimarlo y lo trasladaron al hospital, pero lamentablemente no logró sobrevivir.
De acuerdo a los testimonios que dieron expertos que conocen la situación del barrio, la gente que vive allí se abastece con canillas comunitarias, juntando tachos de agua que luego usan para cubrir sus necesidades. No hay acceso al agua potable ni a cloacas y solamente una de las cuadras de la zona tiene conexión eléctrica formal.
“Esta familia había llegado al barrio hace un año más o menos. Antes alquilaban en otra parte, pero no pudieron seguir pagando el alquiler. El papá es cartonero y la mamá, vendedora ambulante. Los vecinos los ayudaban con el cuidado de los chicos mientras ellos salían a trabajar. Ahora tienen que llorar la pérdida de un hijo que solo quería lavarse las manos y terminó electrocutado. No es justo”, expresó Iris Aguayo, referente y vecina del 28 de octubre, a La Nación.