Esta vez no se cumplió la regla de que el herido siempre es la víctima. Lo de ayer en la mañana fue todo al revés, la maniobra de dos ladrones salió mal cuando intentaron asaltar a un preventista en el interior de un barrio de Chimbas y en medio de un forcejeo a uno de ellos se les escapó un tiro que le pegó en el cuello a su mismo compañero, según la Policía. La bala le pasó a milímetros de la aorta y fue a parar en la mandíbula, pero con mucha suerte que no le causara la muerte, contaron las fuentes.
Al final, no pudieron robar nada y encima los únicos perjudicados fueron los ladrones. El baleado, un adolescente de 17 años del que no se puede revelar la identidad por cuestiones legales, acabó detenido e internado en el hospital a raíz de esa delicada herida, explicaron en la Policía. Aseguraron que está fuera de peligro. Su cómplice si bien logró fugar y se llevó el arma, anoche era buscado por los policías de la Seccional 26ta dado que lo tenían identificado.
El menor herido estuvo detenido hace dos meses en la comisaría del Bº Los Tamarindos y también pasó por la Seccional 17ma por robos arrebatos, explicó un investigador. La versión policial es que este jovencito junto a su cómplice intentaron asaltar a José Gimenez (34), quien ayer a las 10.30 fue a tomar un pedido (vende fiambres) a un almacén de calle Santa Cruz en el Bº San Francisco, Chimbas. De acuerdo a los uniformados, lo atacaron en la calle y uno lo encañonó con un revólver. El preventista supuestamente temió que le disparara, entonces se abalanzó contra el ladrón para sacarle el arma, contaron. Ahí vino el forcejeo al que también se sumó el otro asaltante, supuestamente el adolescente, para tratar de reducir a la víctima, aseguró un jefe policial. En esos instantes, en medio de los manotazos y golpes se escuchó un disparo que salió del arma de uno de los ladrones, dijeron en la Policía. Un investigador señaló que el preventista les relató que vio sangre y se asustó creyendo que lo habían herido a él, pero después vio apartarse a los dos ladrones, que emprendieron la fuga. No pasó mucho tiempo que llegó el oficial Marcelo Gimenez y otro policía de la Motorizada Nº 4, que averiguaron lo que había pasado y salieron a buscar a los sospechosos hasta que en una casa encontraron a ese jovencito con una herida de bala en el costado derecho del cuello, cerca de la nuca.

