Camilo Tallione, de 19 años, murió anoche en San Luis cuando cazaba jabalíes junto a otros tres amigos en la estancia “El Moro” distante a unos 35 kilómetros al norte de Buena Esperanza. El deceso se produjo luego de que uno de los amigos lo confundiera con los animales, al ver un bulto que se movía, y disparara su fusil calibre 30.6.

El joven, con domicilio en Buena Esperanza, sufrió una herida a la altura del cuello en la parte lateral izquierda lo que provocó el daño mortal de una arteria.

Según el informe policial, cuando los efectivos llegaron al lugar se toparon con la ambulancia en el lugar y el personal médico informó que se había constatado la muerte del joven.

En su parte, se detalla que, los cuatro jóvenes se bajaron en la tranquera de la estancia y que tres de ellos “se separan para guiar a la piara (chanchos) y el restante se queda atrás de una loma esperando”. Más adelante describe que “al observar un bulto y desconociendo que uno de los tres jóvenes se había quedado atrás, efectúa un disparo con el fusil y escucha que desde la oscuridad Tallione vocifera `me pegaste, me pegaste´”. El joven herido caminó unos metros en dirección al tirador y se desvaneció ya sin vida.

Siempre siguiendo el relato policial, el tirador comenzó a disparar al aire para llamar la atención de los dueños del campo, objetivo que consiguió y así dieron aviso a emergencias y a la Policía local.

En el parte policial también se informa que Tallione era hijo de la sargento de Policía Vanesa Ceballos (cumple funciones en la CENAF) y del sargento Jorge Tallione, que presta servicios en la comisaría de Fraga.

Las actuaciones judiciales están a cargo del fiscal de la Segunda Circunscripción Judicial, Francisco Assat, y la investigación la lleva adelante personal de Homicidios de la Unidad II.

Fuente: La República