Hace 10 días fue el penitenciario Rubén Elizondo el que murió baleado durante un robo de $50.000 en Capital, ahora el que perdió la vida es un supuesto ladrón que intentó robar en un domicilio de la zona céntrica. El dueño de casa lo mató de un balazo en el abdomen cuando el sujeto abrió la puerta a patadas, junto a un cómplice que huyó al escuchar el tiro, según la Policía. El juez Pablo Flores afirmó que "hubo legítima defensa" y no tiene motivos para detener al autor del disparo. La mujer del fallecido pidió que se investigue: "Suponiendo que es cierto que estaba robando, nada justifica que lo maten a quemarropas".

El muerto es Rubén Antonio "Gringo" Senatore (42), quien tiene dos hijos y dos sobrinos presos en el Penal de Chimbas. Si bien él tuvo condenas por robo, fuentes del caso confirmaron que Senatore salió de la cárcel el 19 de junio pasado tras permanecer preso un mes por una causa por robo en la cual obtuvo la falta de mérito. Florencia Arcana (24), su actual mujer y con quien tiene un niño de 1 año, contó que Senatore salió de su casa en Marquesado el sábado a las 22.30 diciendo "ya vuelvo" y no lo vio más.

En los primeros minutos de ayer, el hombre y otro sujeto aparecieron en esa casa de calle 25 de Mayo, entre Güemes y Caseros. Según la Policía, los dos saltaron una pared, ingresaron al patio delantero de la vivienda y empezaron a patear la puerta. El propietario, un productor de 56 años, escuchó que tomaban impulso y empujaban la puerta, dijo la Policía. Llamó desesperado al 911, pero después tomó su pistola Beretta 9 mm dispuesto a enfrentarlos.

Cuando lograron abrir la puerta, él abrió fuego contra el primer desconocido que vio. El otro escapó. El tiro impactó al lado del ombligo de Senatore, que cayó y no se levantó más. Sólo le hallaron un destornillador. La autopsia reveló que la bala atravesó el intestino y la aorta, lo que fue mortal, para terminar incrustado en una vértebra.