La mamá, con el 60 por ciento del cuerpo quemado. Su hijo mayor, de apenas dos años y 6 meses, con las mismas heridas graves en un 80 por ciento. El fuego fue más benévolo con el más chiquito, que sufrió laceraciones en el rostro y una mano, pero leves. Esto dejó ese incendio aparentemente originado por una estufa encendida dentro de una casa del barrio Natania XV, Rivadavia, y que casi fue una trampa mortal para esa mujer y sus dos pequeños que quedaron rodeados por las llamas, según datos policiales. Fue quizás su fuerza de madre la que la llevó a rescatar a sus hijos en medio del fuego, aunque luego ella y uno de los nenes terminaran en terapia intensiva.
Poco se sabe lo que pasó dentro de la casa de Vanesa Antonia Oyola, en la manzana 21, sobre calle Gral. Lavalle del barrio Natania XV. Ella, víctima y única testigo presencial, anoche seguía con pronóstico reservado en el Hospital Rawson, informaron en ese nosocomio.
Por lo que pudo reconstruir la policía, la chica de 27 años al parecer dormía o estaba en cama cuando empezó el fuego en el comedor a eso de las 10. Con ella estaban su hijo Joel, de 2 años y 6 meses, y el más chico, Sergio, de 1, indicaron en la Seccional 13ra. Osvaldo Fernández, el jefe de familia, estaba trabajando. El muchacho es un obrero rural de una finca de Rivadavia.
Fuentes de Bomberos revelaron ayer que las primeras llamas se habrían producido por una estufa encendida, cuya radiación calórica tomó contacto con una cortina u otro elemento de fácil combustión. En teoría, así empezó el incendio en la parte delantera de la casa y que alcanzó a la cocina, según la policía.
"La familia prácticamente quedó atrapada", comentó un uniformado. Es que las dos únicas salidas están en el comedor y la cocina, y todas las ventanas cuentan con rejas. Se supone que, cuando Vanesa Oyola vio que ardía su casa, no tuvo opciones. Los policías creen que ella cubrió a su hijo menor con su cuerpo y junto a su otro nene atravesaron por medio de las llamas para escapar de la casa y llegar al jardín.
La muestra está que el más pequeño de los niños, Sergio, sufrió quemaduras leves solamente en la cara y en una de sus manos, indicaron en el Hospital Marcial Quiroga, donde anoche permanecía internado. Su mamá y su hermanito la pasaron peor. Vanesa Oyola, tiene "un 60 por ciento del cuerpo con quemaduras, ésto es en la zona del rostro, tórax y miembros. El 30 por ciento de las heridas son de tipo B, o sea graves", informó la doctora Susana Rudaeff, directora de ese nosocomio. Su hijo Joel, presenta "quemaduras de grado B en el 80 por ciento de su cuerpo y su estado es muy grave", agregó.
Delfor Morales, vecino de Oyola, contó que "cuando todos corrimos a la casa, la chica y los niños ya estaban afuera. Ella tenía a uno de los chicos en brazos. El otro nene estaba casi desnudo. Estaban como negros por el humo". La propia gente auxilió a esa joven mamá que permanecía shockeada y a sus hijos, quienes fueron trasladados en un auto particular al Hospital Marcial Quiroga (luego los derivaron al Rawson). A los minutos llegaron los Bomberos Voluntarios de Chimbas y del Departamento Bomberos, a cargo del comisario Rogelio Alcayaga, para controlar el fuego. Las llamas no llegaron a los tres dormitorios y al baño, pero la cocina y especialmente el comedor -el techo se desplomó- acabaron completamente destruidos. Nada, comparado con el drama de Vanesa Oyola y su hijo de 2 años y 6 meses que sufrieron graves quemaduras que marcarán sus vidas. Ella, anoche, estaba delicada en el Hospital Rawson. Su nene, en terapia del Hospital de Niños.

