En poco menos de una hora, un carpintero perdió todo su taller por el fuego. Salió a hacer unas compras ayer por la tarde y al regresar descubrió que estaba ardiendo su carpintería, en el fondo de su casa en Villa San Patricio, Chimbas. "Perdí más de 20 mil pesos, y me quedo corto", evaluó, y es que se le quemó el pequeño galpón, cinco máquinas, herramientas y también algunos muebles, marcos y puertas que tenía que entregar a sus clientes.

Mario Oscar Chirino, el dueño, dijo que "descarto totalmente un cortocircuito. La llave térmica no saltó en ningún momento. Fue otra cosa y no creo que sea intencional. Ahora, no sé de dónde vino el fuego". En la Seccional 26ta. señalaron que lo que originó el siniestro, posiblemente, fue algo de basura o restos de viruta que quemaron un rato antes. Los propios vecinos relataron que habitualmente quemaban residuos y otras cosas en el fondo de esa casa, dijo un policía.

Chirino, de 50 años, tenía su taller en el fondo de su humilde vivienda, en calle Colón al 41 Norte. Como vive solo, dejó todo cerrado ayer a eso de las 16 y salió en su bicicleta a hacer unas compras al Hiper Libertad, contó. A las 17, ya estaba de vuelta. Apenas dobló la esquina por Benavidez, vio a los vecinos amontonados en la puerta de su casa. "Se te está quemando la casa", le gritó alguien.

Para entonces, las llamas envolvían su pequeño taller. La construcción de madera y chapas se desplomó, y bajo el fuego quedaron las cinco máquinas con que trabajaba Chirino. También se quemaron un ropero, una mesa, algunos marcos y unas puertas, todo nuevo, que le habían encargado. "Nunca me pasó una cosa así, ni algo parecido, en los 30 años que tengo de carpintero. ¿Cómo hago para seguir trabajando? Sin las máquinas no se puede", decía preocupado el obrero. El siniestro dejó pérdidas por más de 20.000 pesos, y lo más preocupante era que Chirino no tiene ni para empezar. Su hermano Miguel contó: "nosotros trabajamos al día. Somos una familia de laburantes y no tenemos plata, por eso nos pasan éstas cosas.

La intervención de Bomberos fue oportuna. No sólo evitó que el fuego llegara a la casa del carpintero, sino que se propagara a la propiedad vecina, donde venden y guardan garrafas de gas.