De milagro, un doble choque ocurrido ayer en el km 6 de la ruta 20, en Santa Lucía, no terminó en tragedia. Una camioneta Peugeot 504 chocó contra la rueda trasera del semirremolque de un camión con 30.000 kg de pulpa de tomate. Luego de ese primer impacto, la camioneta se cruzó de carril y enfiló hacia un Renault 12 que circulaba en sentido contrario guiado por una mujer. Era una docente con sus dos nenas y con un volantazo evitó a la Peugeot, pero se estrelló contra una columna del alumbrado público. La mujer, sus nenas y el conductor de la camioneta terminaron milagrosamente a salvo, pero sus vehículos quedaron seriamente daños.

Todo pasó alrededor de las 18 casi enfrente del taller de revisión de vehículos. A esa hora, el camionero Roberto Gómez (38 años, cordobés) viajaba hacia San Luis en un Fiat Iveco con 30 toneladas de pulpa de tomate. En sentido contrario circulaba Emanuel Verón (24) en una Peugeot 504 con un equipo en la caja utilizado para desagotar baños químicos.

Sobre el origen del choque hubo polémica. Carlos Verón, padre de Emanuel, dijo: ‘mi hijo me dijo que el camionero invadió su carril y por eso lo chocó’. Pero el camionero dijo lo contrario: ‘la camioneta se me vino encima y pegué el volantazo para no chocarla de frente’.

Lo más peligroso de ese choque vino luego, cuando Verón se fue derecho hacia el auto de Patricia Primo (36), quien volvía a su casa en Caucete con sus hijas Melina (7) y Martina (5). La mujer esquivó la camioneta, pero se fue derecho a la columna del alumbrado, contó Ariel Gómez, su marido.

Luego del impresionante choque, Primo y sus hijas fueron asistidas en el hospital sólo por golpes porque llevaban puesto cinturón. Verón fue atendido de un gran corte que sufrió en la pierna izquierda. A pesar de las heridas, ninguno de ellos corría peligro, dijeron en la Policía.