
Las denuncias por abusos sexuales dejaron acorralado a un conocido sacerdote que fundó el Instituto Religioso Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, en la capital salteña. Se trata del cura Agustín Rosa Torino (64), quien fue denunciado por un exnovicio. Hay dos exmonjas que también acusan de supuestos ultrajes a este religioso y a otro, y dicen que serían más las víctimas, según el diario El Tribuno.
El sacerdote fue detenido el miércoles último, pero después se descompensó y actualmente permanece internado en un sanatorio con custodia policial. Ya fue indagado por la fiscal Luján Sodero, que le imputó el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, por su condición de ministro de culto, en perjuicio del exnovicio Jair Gyurkovitz (21). Éste lo denunció a fines de 2015.
El joven denunció que era menor cuando fue sometido por Rosa Torino y otro cura de nombre Nicolás Parma. Ambos pertenecían a la Iglesia de Santa Cruz, de la capital Salteña, y en el caso del primero es el creador del instituto Discípulos de San Juan Bautista en 1996, en cuyo ámbito ocurrieron los abusos denunciados. El año pasado este instituto fue intervenido por decisión del Vaticano y Rosa fue desplazado de sus funciones y recluido en la casa San José, en Finca La Cruz, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Salta, indicó Infobae.
Por ahora, el cura Rosa Torino está imputado sólo por el caso del exnovicio Gyurkovitz. Durante la indagatoria negó las acusaciones: ‘No puedo negar lo sorprendido que estoy porque son actos difamatorios y más aún con estas psicosis que se ha generado en el país de abusos aberrantes de sacerdotes y que la iglesia aparezca involucrada en estas cosas‘, expresó al diario El Tribuno de esa provincia. Sin señalar a nadie, atribuyó la denuncia a una supuesta persecución. Lo cierto es que esta última semana, las exmonjas Valeria Zarsa y María Ramia Damario también lo denunciaron por abuso sexual, lo mismo que al cura Parma. Ellas dijeron que hay otras víctimas de estos sacerdotes.
Horror en el Instituto Próvolo
El caso que más conmociona es el del Instituto Antonio Próvolo de la ciudad mendocina de Luján de Cuyo en donde religiosos y empleados abusaban de niños hipoacúsicos. Por medio de la investigación llegaron a identificar a 22 víctimas y a otros 19 casos en estudios, mientras que por el momento hay dos sacerdotes y tres empleados detenidos.
En el instituto no sólo abusaban de los niños internados, al parecer también existían prácticas de zoofilia. El procurador de la Corte de Mendoza, Alejandro Gullé, hizo público días atrás que algunos de los chicos que denunciaron los abusos también relataron que vieron a uno de los empleados (actualmente preso) tener relaciones con perros.
Estas últimas declaraciones fueron incorporadas a la causa por ‘abuso sexual agravado y corrupción de menores‘ en la que están detenidos e imputados los sacerdotes Nicolás Corradi, de 82 años y con denuncias previas por el mismo delito en una casa religiosa de Verona (Italia), y Horacio Corbacho, de 55. En la misma situación están los empleados José Luis Ojeda, Jorge Bordón y Armando Gómez.
Según un vocero del caso, las víctimas ‘denunciaron abuso sexual agravado con acceso carnal y sexo oral‘, y en los relatos ‘dijeron que los llevaban a la ‘Casa de Dios’, los metían para atrás en un lugar ubicado en el fondo del instituto donde otras víctimas podían ver a través de la rendija de una puerta lo que pasaba‘. Asimismo, el 15 de diciembre una testigo dijo que en el Instituto hubo situación de zoofilia.
