Al final del violento pleito, cuando en la calle quedaba una gran mancha de sangre, escombros, un camión con abollones y el parabrisas roto, y el vecindario envuelto en ira, hubo aplausos para la policía e insultos para un detenido: un joven de 25 años, que así quedaba también vinculado, igual que su padre, a un caso que indignó ayer en Villa Jardín, frente al híper Libertad, en Capital: el crimen de un comerciante sanjuanino que vivía en Las Heras, Mendoza, y estaba de visita en casa de unos parientes desde el viernes en la noche. El hombre, Miguel Angel Sombra (54 años) llegó muerto al hospital Rawson tras recibir un balazo en la base del cuello, disparado por el padre de ese joven también detenido ayer por policías de la Seccional 27ma. en medio de una pelea.
Todo pasó alrededor de las 8,15 a la altura del 1073 de la calle San Lorenzo, unos 50 metros al Oeste del cruce con Scalabrini Ortíz. A esa hora, Graciela Pereyra llegaba en auto a la casa de su hermano Eduardo (42) para llevarlo a la feria municipal. Pero en eso -contó ayer- vio que su tío Miguel (dueño de un puesto en una feria en Mendoza, 4 hijos) enfilaba hacia el camión Mercedes Benz de un conflictivo vecino, Gary Antonio Pontotiero (54, gendarme retirado, camionero), quien había subido al vehículo junto a su hijo Giovanni (25) y bajó un momento a buscar agua caliente para el mate, según la policía.
Lo que siguió, dejó perpleja a Graciela. Según la mujer, su tío y su hermano estaban en la vereda luego de pasar la noche bebiendo. Suponía que por esa razón fueron provocados por los Pontoriero cuando intentaban salir en su camión. Y dijo que entonces Miguel fue a pedirles explicaciones.
En ese momento hubo una discusión y una pelea, que pronto involucró a su hermano Eduardo y al resto de los Pontoriero (cinco mujeres), según los vecinos. Ayer, muchos se quejaron de la conducta vecinal de Pontoriero, a quien atribuyeron múltiples episodios violentos.
Hubo golpes y palazos para Sombra y su sobrino Eduardo Pereyra (terminó con un corte en la cabeza), hasta que en medio del pleito, Gary se metió a su casa, sacó un revólver y a quemarropa disparó en el pecho de Miguel, quien se desvaneció y no tuvo escapatoria.
Entonces todos los Pontoriero se metieron dentro de su casa y los vecinos descargaron su bronca en su camión. Hasta que llegaron policías del Comando Radioeléctrico y se llevaron al dueño de casa. Pontoriero -dijeron- tenía un revólver calibre 22 largo con 9 proyectiles y una vaina servida, y la versión de que él había sido provocado, que el arma era del fallecido y que se la quitó para defenderse, algo que ayer era refutado por las declaraciones de al menos 6 testigos.

