El choque de la semana pasada de ese Ford Falcon que impactó contra un árbol en La Bebida, Rivadavia, se cobró la vida de un niño de 9 años. El pequeño murió el domingo a la noche en el Hospital de Niños producto de las heridas que sufrió, junto a dos primos, cuando era llevado a la escuela por su tío.
El nene se llamaba Luciano Jofré y tenía 9 años. Fuentes policiales indicaron que su familia comunicó ayer en la Seccional 34ta que el deceso se produjo el domingo a última hora. Sus primos Joaquín (8) y Benjamín Atencio (10) continúan internado, pero están fuera de peligro, indicaron. Otros de los accidentados fue Federico Olmos (20), pariente de los niños y conductor de ese vehículo que terminó estrellado contra un árbol en calle Pellegrini en La Bebida, el miércoles de la semana pasada.
El accidente se registró alrededor de las 8.20, cuando Olmos trasladaba a los tres pequeños a la Escuela Juan José Castilli a bordo de ese viejo rodado. Todos ellos son del Lote Hogar 24. El joven relató que, durante el trayecto, escuchó una explosión y de ahí en más no pudo dominar al vehículo, que se cruzó carril e impactó contra un eucalipto. Creen que el estallido fue por la rotura de una cubierta del coche.
Los tres niños y el conductor resultaron golpeados y fracturados, por lo que quedaron internados. En el caso de Luciano, la Policía y los familiares informaron que tenía fractura de cadera y de un fémur, y nada hacía presumir en ese momento que su estado era delicado. Evidentemente, las heridas resultaron ser más grave de lo que pensaban y su salud empezó a empeorar con el correr del tiempo a raíz de lesiones en el cráneo y la zona del tórax. El niño permaneció internado en terapia intensiva y, a casi 5 días del accidente, finalmente falleció.

