Un volantazo de emergencia por esquivar a varios caballos y vacas que se cruzaron a las 11:30 de ayer en plena ruta 141, provocó que un camionero terminara a los tumbos con camión y todo, unos 15 kilómetros al Este de Vallecito, en Caucete. El chofer se salvó de no salir despedido de la cabina y aplastado por el pesado vehículo, sólo porque llevaba puesto su cinturón de seguridad: cuando un compañero lo rescató, estaba colgado dentro de la cabina, con golpes y heridas menores, pero fuera de peligro.

Quien sobrevivió al tremendo siniestro y puede contarlo es el chileno Luis Pastén Pedreros, un hombre de 44 años que pasó la mitad de su vida sobre un camión y que se accidentó por primera vez, según su compañero Juan Soto. Ambos, más otro chofer, venían ayer de Tucumán y enfilaban rumbo al país trasandino con melaza (sustancia extraída de la caña de azúcar), usada para hacer productos alimenticios.

El camión siniestrado cargaba 30.000 litros de melaza. Es un Mercedes Benz 1634 contratado por la empresa Gist Brocades S.A, que utiliza la sustancia para fabricar levaduras y materias primas, precisó ayer Juan Soto (40), un camionero que presenció toda la secuencia del accidente de Pedreros y lo rescató. "Mi compañero se tiró al costado para no matar a los animales… menos mal que le pasó nada", dijo ayer Soto, quien realiza con bastante frecuencia el trayecto Chile-Tucumán, igual que Pedreros y otro camionero.

Tras el vuelco, una médica que pasaba atendió al camionero en primera instancia y luego, Pedreros fue trasladado al hospital de Caucete para ser asistido de sus cortes y golpes.

Policías de la comisaría Novena a cargo del subcomisario Saúl Vargas, investigaban ayer si en el caso existió o no una cuota de imprudencia, como el exceso de velocidad.