El 15 de agosto pasado, Estela Oro (50) publicó en su perfil de Facebook un cálido mensaje para su marido, el cabo primero Claudio Sánchez (46), por haber cumplido de forma “intachable” 25 años de servicio en la Policía provincial. Y para finalizarlo, escribió: “TE AMOOOOO”. Incluso en el perfil de la misma red social, el efectivo, que estaba esperando que le saliera el retiro, tenía varias fotos de su mujer en las que la halagaba y le decía que la amaba.
Hasta ahí parecía una relación normal. Pero aparentemente las cosas no estaban nada bien entre ellos. Y ayer ocurrió algo que conmocionó a sus parientes, a sus vecinos y a los colegas del uniformado.
El efectivo era muy querido por sus compañeros de trabajo
Según fuentes policiales, la pareja discutió en su casa en el barrio Pocito Norte, Pocito, por supuestos problemas económicos y todo terminó de la peor manera: Sánchez sacó su arma reglamentaria y asesinó a su esposa dándole dos tiros en el pecho. Luego, el cabo primero se puso la pistola en la cabeza y se mató.
El hecho ocurrió a las 15.30 en la manzana F, más precisamente en la calle El Sauce, al Norte de Fernández Minilla. Sorprendidos por el desenlace, los vecinos de los fallecidos coincidieron en que eran excelentes y que jamás habían visto alguna pelea o problema entre ellos.
Sánchez trabajaba en la Seccional 3ra, pero solo medio día y además hacía adicionales para tener ahorros cuando se jubilara. Es que en agosto cumplió el máximo de años servicio de un suboficial y estaba esperando que le den el retiro. De hecho, en diciembre la fuerza le dio una placa conmemorativa, indicaron fuentes policiales. Sobre Oro, una vecina dijo que era enfermera y que trabajaba en una sala de primeros auxilios del barrio Constitución, Pocito.
La pareja tenía cuatro hijos y ayer habían ido a almorzar a la vivienda del mayor. En la Policía indicaron que a las 15 ambos regresaron a su hogar y media hora después discutieron. Un pesquisa contó que la relación parece que estaba desgastada y que un problema económico y el regreso de una de sus hijas a vivir con ellos desató el pleito que acabó con los dos muertos en un pasillo de su vivienda. Un vecino escuchó los estampidos de los tiros y cuando entró a la casa, halló a la pareja sin vida.