Algo habría motivado a Patricia Edith Menedín a tomar la decisión de ponerle fin a la relación que mantenía hacía meses con Hugo Fabián Huegaburgo, un muchacho casi quince años menor que ella que llegó a Nogolí a trabajar en la construcción del club Defensores. Pero él se resistía a terminar con ella, según uno de los rumores que circulan en el pueblo, ahora que a la guía de turismo de 45 años la hallaron asesinada y enterrada en el patio de su casa.
Lo de que ella quería terminar el noviazgo es sólo un runrún, pero cobra valor como posible motivo por el cual Huegaburgo podría haber decidido matarla ante el hecho de que él desapareció del pueblo casi al mismo tiempo que ella. Sólo que a Patricia la hallaron sepultada en su propiedad y a él no lo encuentran por ningún lado. Es originario de González Catán, en La Matanza, Buenos Aires.
Además, el crimen tuvo un tinte netamente pasional, a juzgar por lo que hallaron cuando destaparon el cadáver de la víctima, tapado con tierra a cincuenta metros de su casa, ubicada en el Bajo Nogolí, la zona rural aledaña al pueblo, en dirección al oeste.
Según trascendió, el homicida había puesto un ramo de rosas sobre el pecho de Patricia, con una tarjetita que decía “te amo mucho, mi amor”. Eso terminó de ubicar a Huegaburgo en el papel de sospechoso.
La médica forense Marcela Gómez le hizo la autopsia a Menedín, ayer a la mañana. Pero no quiso revelar detalles de la pericia. El estudio fue presenciado por la jueza de instrucción Penal 3, Virginia Palacios, y el jefe de la división Homicidios, subcomisario Javier Sosa. Al retirarse de la morgue judicial de San Luis ambos respondieron a la prensa que no iban a dar declaraciones, con el argumento de que están en plena investigación.
Por la tarde, una fuente extraoficial reveló que la guía de turismo murió desangrada por una o más heridas punzocortantes. Esa información se condice con lo que había trascendido el lunes, luego de que destaparon el cuerpo de la víctima, acerca de que se le veía en el cuello una herida que daba la impresión de ser producto de un puntazo.
El lunes, durante una primera inspección que hizo la división Homicidios en la casa de Menedín, hallaron un cuchillo clavado en la tierra. Lo secuestraron para someterlo a exámenes, ante la posibilidad de que se trate del arma homicida. En una carretilla hallaron manchas que serían de sangre, lo que los llevó a suponer que el homicida la usó para cargar el cuerpo de la víctima y llevarlo hasta el lugar donde lo enterró.
También secuestraron unas zapatillas para analizar la tierra que tenían en las suelas, porque tal vez también tenían restos de sangre.
Ayer la jueza de instrucción y los hombres de Homicidios volvieron a la escena del crimen. Allanaron la casa de Patricia y también la de su vecino y ex pareja, Aldo Gatica, ubicada apenas treinta metros. En ambos lugares secuestraron objetos, aunque no trascendió cuáles.
Gatica fue quien solicitó el paradero de Menedín, el domingo, a raíz de que no la veía desde el jueves y no tenía noticias de ella. Cuando Patricia se iba por más de un día, siempre le pedía que le diera de comer a sus perros y gatos. Y esta vez no lo había hecho.
Fuente: El Diario de la República