La víctima. Este era Maximiliano Jesús Castro (14), el chico que murió producto de la descarga. Ayer, la Policía hacía una inspección en el techo de esa casa de la esquina de Vélez Sarsfield y José Ingenieros del barrio Güemes para determinar de dónde provino el golpe de corriente.

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Un adolescente subió a buscar una pelota que había caído en el techo de una casa y murió por una fuerte descarga eléctrica. La tragedia sucedió ayer en Rawson. El chico tenía 14 años y es la tercera persona electrocutada en las dos últimas semanas en la provincia. Las otras víctimas fueron un albañil que perdió la vida el 14 de este mes en el techo de su vivienda, en Chimbas, y un electricista que murió el día 15 mientras revisaba una caja subterránea de una farola en un barrio cerrado de Rivadavia.

El fallecido de ayer se llamaba Maximiliano Jesús Castro (14) y sufrió el accidente, pasadas las 15, sobre el techo de una casa en la esquina de las calles Vélez Sarsfield y José Ingenieros en Bº Güemes, indicó la Policía y la familia. El chico vivía a tres cuadras de allí. Y por lo que contaron los vecinos, el adolescente estaba con un amigo y compañero de escuela. Iba a empezar el 3er año del Colegio Santa Teresita del Niño Jesús.

Los relatos indican que, la noche anterior, los dos chicos y otros amigos habían estado jugando en esa esquina y sin querer alguien lanzó la pelota al techo de esa vivienda de la familia Hausser. Según vecinos, la dueña de casa (una anciana) no quiso que los jovencitos subieran al techo y entonces el balón quedó ahí. Ayer en la siesta, los dos amigos volvieron a juntarse en la esquina y Maximiliano se acordó de la pelota. Fue así que se trepó por una pared y accedió al techo de la casa de los Hausser, pero no alcanzó a tomar el balón que recibió la descarga. No saben si tocó algún cable de los aires acondicionados, un caño del gas o la misma membrana que posiblemente estaban electrificados por alguna fuga de corriente, dijeron. 

Su amigo escuchó el grito de Maximiliano e intentó socorrerlo, pero como no pudo, buscó a la familia del chico. Ernesto Castro, el papá, luego llegó al lugar, cortó el suministro eléctrico en esa casa y auxilió a su hijo. Con ayuda de unos policías trasladaron al adolescente al Centro de Adiestramiento René Favoloro. El médico José Tur contó que realizaron tareas de resucitación cardiopulmonar durante 45 minutos pero no pudieron hacer reaccionar al chico. Tenía quemaduras en las rodillas, pecho y otras partes de cuerpo por la descarga.