El fiscal Ignacio López Bustos, a cargo de la investigación, indicó que el resultado preliminar de la autopsia determinó que el pequeño Brian Ezequiel Galván murió ahogado. Además, de los estudios y radiografías realizadas al cuerpo “no surge que tenga signos de violencia”, confirmó el funcionario judicial.
El cuerpo del niño fue encontrado el viernes al mediodía por la División de Bomberos y Policía Lacustre “sobre un banco de arena que se formó ante la disminución del caudal de agua del Río Salí”, en la zona de Los Bulacios, a unos 31 kilómetros del lugar donde había sido visto por última vez.
Los perros habían detectado el rastro de Brian en la vera del río Salí y por eso en las últimas hora se intensificó la búsqueda del pequeño en esa zona. Al conocerse la noticia del hallazgo, familiares de Brian llegaron al lugar para identificar el cuerpo y lo reconocieron por la ropa que lleva puesta.
El jefe de la Policía Lacustre Mario Herrera precisó que “el cuerpo presentaba la rigidez característica de haber permanecido por 6 días en el agua” y explicó que las embarcaciones de búsqueda habían pasado antes por el lugar del hallazgo cuando el río estaba alto, lo que impidió una visibilidad clara.
Las características del hallazgo y del cuerpo permiten reforzar la hipótesis de que el niño cayó al río y fue arrastrado por la corriente.
Brian fue visto por última vez el domingo a la tarde, cuando fue en su bicicleta a la casa de otro niño, ubicada a pocos metros de la suya, para jugar, pero poco después volvió con su familia. La bicicleta del pequeño apareció en la vivienda de una tía de Brian, quien contó que la dejó ahí y luego se retiró sin decir adonde iba.
Los operativos de búsqueda incluyeron recorridas en la zona cercana a la casa de Brian, ubicada en el Barrio La Milagrosa, e inspecciones en las casas de vecinos.