La única esperanza que les quedaba a los familiares de las dos mujeres calingastinas muertas en un vuelco en San Luis el sábado pasado era que pudiera recuperarse el nene que iba con ellas, hijo y nieto de las víctimas fatales. Pero la tragedia se ensañó con esa familia, ya que el chico de 10 años, que había sufrido heridas gravísimas en el accidente, falleció ayer por la tarde y enlutó a todo el departamento cordillerano y también a la comunidad educativa del colegio capitalino al que asistía.
El hecho fatal sucedió la tarde del sábado, aparentemente por una mala maniobra de la conductora del Peugeot 207, en plena ruta 147, en la localidad de San Jerónimo, provincia de San Luis. El auto mordió la banquina, dio unos tumbos y se estrelló violentamente contra un árbol. Fue tan impresionante el golpe, que el vehículo quedó totalmente aplastado en la parte delantera, donde se alcanzaba a divisar partes de los cuerpos de ambas mujeres, Paola Cerda y su mamá Celia Maza.
Los primeros conductores en pasar por allí se detuvieron a ayudar. Fue así que rescataron a Santino Martín, hijo y nieto de ambas mujeres fallecidas en el lugar. Santino sangraba y estaba inconsciente, pero respiraba.
De inmediato lo trasladaron al Policlínico Regional de San Luis, donde comenzaron a tratarlo en Terapia Intensiva por un politraumatismo de cráneo de alta gravedad.
Las horas que siguieron al accidente fueron de angustia extrema para los familiares, que viajaron ni bien fueron avisados por los mismos rescatistas improvisados del niño (fue gracias al cartel de "Se vende" que tenía pegado el auto, con un número de celular).
Fue así que se aferraron a la lucha por la vida que mantenía el pequeño, alumno del colegio privado Gateway, ubicado en Capital. Pero el horror todavía extendería más aún sus tentáculos: pese a los esfuerzos de los médicos, Santino murió menos de 24 horas después del terrible vuelco en la ruta. La noticia terminó de destrozar a la familia y enlutó a Calingasta y a toda la provincia.