Luego del espectacular vuelco que protagonizaron el último lunes monseñor Jorge Lozano y su hermano Gustavo, ayer ambos fueron dados de alta. El religioso y su hermano habían sufrido golpes y por precaución pasaron la noche en el Hospital Rawson.
El lunes, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en la provincia y Gustavo regresaban en una Peugeot Partner desde Valle Fértil a Jáchal. En el kilómetro 143 de la ruta 150, Jáchal, monseñor Lozano perdió el control del rodado en un tramo recto y el vehículo se cruzó de carril. Allí el arzobispo volanteó y el vehículo se fue hacia la derecha hasta el bajo del costado Oeste. Allí recorrió unos 30 metros a los tumbos y los hermanos no sufrieron heridas de consideración porque llevaban puestos los cinturones. En la Policía creen que el religioso se durmió al volante. Tras el siniestro, los heridos fueron asistidos por automovilistas y luego fueron trasladados a Capital en el helicóptero provincial.