La tragedia pudo ser doble. Porque ayer al mediodía, Claudio Flores (13 años) volvía de la escuela con su hermano Juan (14) y ambos intentaron cruzar la calle apenas bajaron del colectivo en una transitada vía: la avenida Joaquín Uñac (también conocida como Mendoza) metros al Norte del cruce con Calle 9, Pocito. Pero sólo el mayor de los hermanos lo consiguió: Claudio fue literalmente levantado en el capó de un Chevrolet Prisma que lo arrojó a varios metros. Cuando la descontrolada marcha del vehículo paró, nada se podía hacer por la vida de ese chico. Tras el violento impacto, el auto se incendió y las llamas lo destruyeron prácticamente por completo.
Claudio asistía a una escuela para niños con capacidades especiales en Capital, a la que también iba su hermano Juan. Vivían con su mamá y su padrastro en una casa que alquilan sobre avenida Uñac, entre las calles 8 y 9, en Pocito, unos 300 metros al norte del lugar del impacto letal.
Según fuentes policiales, los niños habían estado en un hogar estatal pero unos 20 días atrás fueron entregados a su mamá. Desde entonces, se manejaban en colectivo para ir a la escuela y volver a su casa.
La tragedia ocurrió alrededor de las 12,30 de ayer, cuando uno de los internos de la línea 16 de la empresa Mayo paró metros antes de llegar a Calle 9. Según la Policía, los menores bajaron y cruzaron delante del colectivo, al parecer, sin percatarse del riesgo de su decisión, pues en ese momento transitaba el Chevrolet Prisma conducido por Cristian Rodríguez, de 26 años. El joven habría dicho que no tuvo tiempo de hacer nada, porque los chicos se le atravesaron sorpresivamente, explicaron voceros policiales.
Ayer, vecinos del lugar se quejaron por la elevada velocidad de los automovilistas en ese sector y en "toda la avenida".
Rodríguez quedó detenido en la seccional 7ma acusado de cometer un homicidio culposo, aunque podrá ser excarcelado pues este delito lo permite. Será un juez quien decida cuál será la suerte procesal de este joven, luego de evaluar todas las pruebas del caso.