Los gobiernos nacional y porteño cruzaron ayer fuertes acusaciones sobre el destino de los fondos para el soterramiento del sistema ferroviario, en medio del anuncio del soterramiento de la línea ferroviaria y la polémica sobre las responsabilidades del accidente de Flores (dejó 11 muertos y 228 heridos), por el cual la concesionaria TBA (Trenes de Buenos Aires) culpó a la Policía Metropolitana.

El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, acusó al poder central de ‘despilfarrar‘ recursos en vez de invertirlos en obras que prevengan accidentes como el ocurrido el martes en Flores, tras lo cual el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, le reclamó pruebas y sostuvo que son declaraciones ‘mezquinas‘.

Antes de ese cruce, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, acusó a la concesionaria de ‘ridiculizar‘ el accidente al imputar a la Policía Metropolitana de no notificar la avería que produjo un camión en la barrera de la calle Artigas.

También ayer, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, anunció que llegó la maquinaria que permitirá terminar ‘en 44 meses‘ el soterramiento de la línea, obra que calificó como ‘la más importante en la historia ferroviaria argentina‘.

‘Es una obra que va a significar que barrios como Caballito, Flores, Floresta y Liniers se puedan comunicar de un lado al otro, y permitirá que mucha gente que viene de Provincia muy apretada en los trenes pueda viajar mucho mejor porque las frecuencias bajarán de ocho a sólo tres minutos por tren‘, destacó. El funcionario precisó que el costo total de la obra ascenderá a los ‘12.000 millones de pesos‘.