Un joven camionero y su tío salvaron sus vidas de milagro luego de quedarse sin frenos y volcar en Ullum. "Tuvieron un Dios aparte, eso nos dijeron los policías y los médicos, la verdad no sé cómo se salvaron", dijo ayer Beatriz Andrés, esposa de Oscar Sigalá, que iba como acompañante en el Volkswagen 310. Ese hombre sufrió múltiples fracturas (de pelvis, de varias costillas y de columna), además de golpes en la cabeza y en casi todo el cuerpo. Pero su estado general no era tan desfavorable, al punto que su vida no corría peligro, afirmó su pareja.
Por otro lado, el conductor y dueño del vehículo, Franco Farfán (25), la sacó más barata porque se arrojó del camión antes de quedar ruedas para arriba. En el Hospital Rawson le diagnosticaron una fractura en la muñeca derecha y otra en una vértebra lumbar, y también estaba fuera de peligro.
Ocurrió a eso de la 1.40 de ayer, cuando volvían de Calingasta por la Ruta 149. Antes de llegar al cruce con la 436, el camión se quedó sin frenos y para el chofer fue imposible detener la marcha. Así, pasaron de largo en esa intersección, se llevaron por delante el guardarrail y terminaron ese desenfrenado rumbo en un bajo, con las ruedas para arriba. El vehículo, que llevaba una carga de maderas, quedó completamente destrozado, de punta a punta. E increíblemente los dos ocupantes se salvaron.