Un hombre de 29 años con problemas mentales y un niño de 9 se salvaron de lo peor al recibir una descarga eléctrica cuando se arrojaron a un canal de riego para refrescarse, en 25 de Mayo, dijeron fuentes policiales. El caso es similar al de Lautaro Bustos (10), fallecido en 2018 en Chimbas (ver recuadro).
El hecho ocurrió alrededor de las 15.40 de ayer, en la calle 23, entre 2 y 3. En la Fuerza precisaron que en ese lugar está ubicada la finca Pons, donde viven las víctimas, el nene de 9 años (no identificado) y Ricardo Omar Gil (29), quien padece retraso mental. La versión policial indica que Gil se tiró al canal que pasa por el frente de la finca, sin percatarse que unos cables de alta tensión estaban en contacto con el agua. "Cuando se largó sintió como un golpe, quedó inconsciente y flotaba en el agua. El menor se tiró después y sintió también un golpe, pero no perdió la conciencia", relató una alta fuente policial. Las víctimas de inmediato fueron auxiliadas y llevaron pánico a sus allegados, pues el niño aducía que sentía un fuerte dolor en el pecho y el mayor directamente no reaccionaba e incluso expulsaba sangre por la boca. En el lugar se hizo presente una ambulancia que los trasladó en primera instancia al centro de salud departamental, donde los médicos los estabilizaron para luego derivarlos al Hospital Rawson para una atención más compleja.
El equipo médico que los recibió en Capital comprobó que tanto Gil como el menor presentaban lesiones compatibles con las de una electrocución. El niño ayer a la noche recibió el alta, mientras que Gil continuaba internado y le realizaban estudios para determinar el daño interno que le pudo haber provocado la descarga. Al cierre de esta edición, en la Policía señalaron que estaba fuera de peligro. Gil tiene 29 años pero por su retraso mental era común que jugara con el chico de 9.
El caso es investigado por la seccional 10ma. Con unos palos, policías de esa repartición sacaron los cables que, según los vecinos, quedaron en ese lugar luego de un arreglo que hizo personal de Energía San Juan hace un tiempo. Con las pruebas reunidas, ahora un juez debe decidir a quién cabe achacarle culpa e investigar por el caso, que de milagro no terminó en tragedia.
El caso Lautaro Bustos
Lautaro Bustos (10) murió el 18 de noviembre de 2018, luego de electrocutarse al tomar contacto con un cable caído de una farola en la puerta del club San Pedro, en Chimbas. Ese día había ido a ver un partido con su abuelo. Pero en un momento salió con dos amiguitos a refrescarse en un pequeño canal que pasa por la puerta del predio. Al parecer, cuando los otros menores se metieron al club a secarse, el niño intentó un último chapuzón, pero resbaló antes de la zambullida y, de manera instintiva, se aferró del cable. La descarga lo mató en el acto. La familia le apuntó a Energía San Juan y al municipio de Chimbas por una indemnización de $3,5 millones más intereses.