Era un viaje relámpago de San Juan a la Costa para hacer un par de trámites. Pero nunca llegaron, ni tampoco volvieron. Se llamaban Alberto Camino (81), Daniel Camino (63) y Nicolás Miranda (32). Daniel era hijo de Alberto y suegro de Nicolás (para entender mejor: hay una mujer que perdió a su esposo, a su padre y a su abuelo).
Los tres partieron de aquí a eso de las 5 de la mañana del pasado domingo, en el Toyota Corolla de Alberto. Los principales motivos del viaje eran dos: Nicolás iba buscar en Mar de Ajó un auto que se iba a comprar y Alberto pretendía ir hasta San Bernardo, donde vivía, para terminar de tramitar la pensión de su esposa fallecida hace unos tres meses. Su objetivo era hacer esos papeles para de esa manera poder instalarse definitivamente en San Juan, precisamente en la casa de Daniel, donde estaba parando luego de enviudar.
Nada de lo que planeaban pudo ser posible porque todo terminó de la peor manera. Los destinos de los tres quedaron echados en la localidad bonaerense de Pinamar. Allí, a la altura del kilómetro 386 de la ruta interbalnearia 11, los cruzó la tragedia. Fue ese mismo día, el domingo, pasadas las 22. El Corolla era de Alberto pero aparentemente iba manejando su hijo Daniel. Los tres se trasladaban por la ruta 11 en dirección al Norte cuando se estrellaron de frente contra una Ford Ranger. En la camioneta viajaban tres personas oriundas de Madariaga (localidad situada a unos 30 kilómetros de Pinamar), identificadas como Diego Zaupa, Juan Ayciriex y Alfredo Sanmillán. La Policía de allá no informó quién iba manejando.
¿Qué pasó? La principal hipótesis es que el conductor de la Ranger se abrió para pasar a otro vehículo y luego no le dio tiempo para volver a su carril. Primero impactó contra la parte lateral de un Volkswagen Golf con cinco ocupantes, que resultaron ilesos. Y después impactó violentamente de frente contra el Corolla, cuya parte delantera quedó destruida. "El motor del auto no se ve, desapareció la trompa del auto", se escucha decir a un periodista de un medio local mientras transmitía en vivo por Facebook.
Daniel, Alberto y Nicolás quedaron atrapados entre los hierros retorcidos del auto y murieron prácticamente en el acto, a causa de las gravísimas lesiones que sufrieron en el choque.
La suerte de los ocupantes del otro rodado fue distinta, pues todos fueron trasladados con vida al hospital de Pinamar, donde ayer permanecían en observación. El conductor anoche continuaba internado, con custodia policial, pues por disposición judicial quedó en calidad de detenido. La hipótesis que manejaban los investigadores era que posiblemente conducía a alta velocidad y bajo los efectos del alcohol, pero eso recién se sabrá con el resultado del análisis de sangre.
Según Pinamar24, la Ranger además no tenía seguro. Y eso no es todo: el tramo donde ocurrió el siniestro (allí comienza una curva) tiene marcada en el asfalto la doble línea amarilla, es decir que en ese parte está prohibido rebasar.
Familiares sanjuaninos de los fallecidos ayer viajaron a Buenos Aires para tramitar el traslado de los cuerpos a esta provincia. Uno de ellos era Sabrina (32), la mujer que increíblemente perdió a su esposo, a su padre y a su abuelo. La acompañaba su madre, Mónica López.
"Estamos todos bastante shockeados, es algo que uno nunca se espera", dijo ayer a este diario vía teléfono Daniel Camino, hijo del Daniel fallecido. Se lo notó tranquilo, sereno, aunque sobre el final del llamado demostró cierto enojo: "Te da bronca pensar que ellos no tuvieron la culpa, porque al parecer la camioneta fue la que se cruzó de carril. Mi papá y mi abuelo ya eran grandes de edad pero andaban bien, por eso duele mucho lo que pasó".
Otro de los que habló fue Ceferino Cané, un odontólogo de 54 años que esa noche pasó por el lugar del siniestro. Cané vive en Villa Gesell y volvía de buscar a su hijo y a otros chicos que participaron en un retiro espiritual en Las Toninas. "Ya cuando iba a buscar a los chicos la ruta estaba muy congestionada, muy cargada. En ese tramo el asfalto no está en las mejores condiciones, cuando vas por ahí te abraza el temor por el mal estado de ambos carriles. De vuelta, tras el choque, cuando pasamos se sentía el olor a la sangre secándose, era terrible. Nos sumamos a la tristeza de todo San Juan. Ojalá aprendamos algo de todo esto", evaluó.
Ayer, medios digitales de todo el país se hicieron eco de la triple desgracia. Incluso hasta los más importantes, como Clarín, Infobae y La Nación.
- ALBERTO CAMINO – 81 años
Perdió a su esposa hace unos 3 meses y se había venido a San Juan a la casa de su hijo Daniel. Antes vivía en la localidad bonaerense de San Bernardo, donde quería ir a tramitar la pensión.
- DANIEL CAMINO – 63 años
Aparentemente era el que iba conduciendo el Toyota Corolla. Vivía en Rawson y le trabajaba a una distribuidora haciendo el reparto de bebidas y mercadería. Estaba casado y tenía 3 hijos.
- NICOLÁS MIRANDA – 32 años
Era oriundo de Buenos Aires pero hacía unos 5 años se había venido a San Juan. Vivía con su mujer y sus dos hijos (4 y 2 años) en Rawson. Trabajaba en la venta de productos avícolas.