La mujer, de 31 años, había denunciado que el 1 de diciembre pasado salió de su casa rumbo a un kiosco, cuando sintió que detrás suyo frenó una moto y, al girar para ver, se topó con su ex. Lo que siguió, sirvió para poner a ese hombre en la lupa de una investigación judicial, porque su expareja dijo que la tomó del cuello hasta lesionarla con la uña de su dedo índice, que siempre se deja más larga. Y que en medio de ese ataque la amanazó: "¡Hija de p…, no vas a la casa de mi mamá a pedir plata, hija de p… te voy a matar", le habría dicho. Para reforzar su relato, ofreció como testigo a una amiga. Esa otra mujer declaró que ella justo pasaba en colectivo y presenció el momento en que su amiga era tomada del cuello por el denunciado.
La información del médico sobre la presencia de lesiones en la denunciante y un primer informe de un psicólogo que percibió a la mujer angustiada y ansiosa, sirvieron para que el fiscal de la UFI CAVIG, José Plaza, pida que Ángel Miranda (34) sea investigado por lesiones y amenazas agravadas.
Sin embargo, el curso de la investigación no arrojó más luz sobre ese presunto ataque, porque al averiguar en detalle, Fiscalía se topó con varias pruebas que ponían en aprietos la versión de la mujer. Como la almacenera a la que iba a ver y dijo no haber visto nada esa mañana. O la certificación de la empresa de fabricación de cerámicos en la que consta que Miranda trabajaba a la hora en la que produjo el ataque. Claudio Vera, defensor del imputado, también había ofrecido como testigo a un compañero de trabajo de su cliente, para confirmar que estaba ocupado en la cerámica.
Diez meses después, Fiscalía consideró que la prueba reunida demostró que la denunciante tenía lesiones, pero que no hay certezas de cómo ocurrió el hecho en el que terminó así y tampoco de que el ataque lo cometiera el imputado, indicaron fuentes judiciales.
Por eso le pedirá al juez del caso, Andrés Abelín, que Miranda sea desligado con un sobreseimiento, precisaron.
Al cabo de la investigación, quedó la duda sobre si la denunciante y su amiga pudieron mentir. Y por eso el defensor de Miranda, Vera, aseguró que ahora analizan la posibilidad de iniciar acciones legales contra esa mujer con la que cliente convivió 9 años y de la que llevaba 4 años separado.