La crítica situación económica había empujado de vuelta a la casa de sus padres a Daniel Canto, con su esposa y sus tres hijos. Pagar el alquiler se había hecho un cuesta arriba insostenible y sumarse a la numerosa familia de sus papás apareció como la más compleja, pero a la vez única opción. En un dormitorio debió acomodar todas sus cosas, porque en la casa paterna de la calle Pedro Vázquez (metros al Oeste de Aberastain y Calle 14, en Pocito) ya estaban otras 9 personas. Pero se acomodaron y la siguieron remando, con changas y trabajos como obreros en la tierra. Sin embargo ayer sobre las 9.30 las cosas se complicaron. Un cortocircuito en un ventilador en la habitación de Daniel, generó un incendio que, en un abrir y cerrar de ojos, destruyó todo en ese dormitorio y también provocó serios daños en el resto de la casa, luego de propagarse por el techo de cañas y palos. Cuando llegaron los Bomberos, los daños eran prácticamente totales.