"Soy inocente" había dicho Cristian Gastón Guillén (35) cuando llegó preso ante el juez de Garantías Federico Rodríguez, el pasado 18 de octubre. Y siguió detenido por unos 20 días porque Fiscalía sospechaba que pudo haber cometido un delito compatible con una violación por la supuesta introducción de dedos en una niña de 5 años alumna suya de catequesis, y por cometer otros seis hechos de abusos simples (manoseos) contra otras tres nenas y tres varones de entre 3 y 4 años de dos escuelas católicas: dos de las nenas eran alumnas del nivel inicial del colegio Santa Teresita del Niño Jesús, en Rawson; el resto de los chicos asistían al colegio Nuestra Señora de Tulum, en Rivadavia.
Sin embargo las pruebas comenzaron a reforzar la idea de que no habían existido los abusos sexuales que habían denunciado los padres de esos chicos. Y hoy, a casi 7 meses de aquellas denuncias de los padres que provocaron un revuelo, las pruebas le dieron la razón a ese joven que daba clases de catecismo.
Según fuentes judiciales, la fiscal coordinadora Valentina Bucchiarelli y el fiscal Duilio Ejarque (ambos de la UFI Anivi), le anticiparon al propio imputado y su defensora Sandra Leveque, que pedirán formalmente el sobreseimiento del docente, porque no se probó que cometiera delito alguno contra esos niños.
Guillén había recibido denuncias entre el 14 y el 19 de octubre pasados. Y hubo airadas quejas de los padres y escraches en su contra.
Entonces se ordenó que los menores fueran entrevistados en audiencias videograbadas con el sistema de Cámara Gesell. Fue ahí que los psicólogos se toparon con chicos que a través de sus relatos, de sus gestos y de los juegos que los hacían practicar como parte de las técnicas de abordaje, no evidenciaban muestras de haber atravesado situaciones de abuso sexual.
Para que no quedaran dudas, las entrevistas fueron presenciadas por el propio juez, los fiscales, la defensa, una asesora de menores y al menos en una ocasión por uno de los padres.
Tras conocer las conclusiones de los psicólogos, Fiscalía invitó a los papás a ver las audiencias videograbadas para que constataran porqué esos profesionales informaban que sus hijos no presentaban indicadores de abuso.
Ahora, Guillén enfrentará otra audiencia en la que Fiscalía hará oficial su pedido de sobreseimiento ante el juez.
Ahora, verá como rehacer su vida después de haber sufrido escraches, agresiones y problemas para hallar trabajo, refirió ayer su abogada defensora.