Si ya era difícil su situación por no tener trabajo y con cuatro hijos a quienes mantener, ahora se puede decir que este hombre tocó fondo. Ayer en la madrugada, un changarín y su familia perdieron lo poco que tenían a raíz de un cortocircuito que desató un incendio y destruyó por completo su rancho de adobe en una propiedad de Rivadavia. Se le quemaron los muebles, los artefactos y hasta los documentos.
Mario Oro (45) no quería mostrar su dolor, pero por momentos se le caían las lágrimas mientras veía cómo había quedado ese rancho que él mismo había construido y que hasta ayer era el hogar de sus hijos Alejandro (18), Kevin (17), Abel (15) y Priscila (15) en la calle San Luis al 2186 Sur, en el fondo de la casa de su madre en Villa Santa Anita. ‘No tengo nada, ni siquiera trabajo para darles de comer a mi hijos’, se lamentaba, ya que hace 5 años que su mujer los abandonó.
El incendio se registró ayer alrededor de las 3, cuando Mario Oro y sus hijos no estaban en la vivienda. Y es que se habían ido a pasar la noche a la casa de un hermano que está Valle Fértil. La única que se había quedado en la propiedad de adelante era su madre, Alicia Gallardo, quien relató que trataba de dormirse cuando escuchó: ‘¡Mami! ¡Se estaba quemando la pieza del Mario!’. El que le gritaba era Raúl, su otro hijo, que vive al lado y que se despertó por el humo y las llamas. Alicia junto a su hijo, sus nietos y varios vecinos corrieron a echar agua para apagar el fuego, pero no alcanzó para rescatar las cuatro camas, el ropero, dos aparadores, el televisor, la cocina, el microondas, las sillas y la ropa de Mario y sus hijos. La que no perdió todo fue la hija menor, que duerme con su abuela en la casa de adelante. Los bomberos de Rawson, que llegaron a sofocar el siniestro, detectaron que hubo un cortocircuito en la instalación eléctrica.

