Un grupo de delincuentes demostró que la presencia policial muy cercana a sus blancos de ataque no fue ningún obstáculo para perpetrar robos con éxito. En las últimas horas se conocieron tres casos sorprendentes: el segundo ataque en dos semanas en la Escuela d Nivel Inicial (ENI 20) pegada a la Base Motorizada V, en Chimbas. La sustracción de unos 5.000 pesos en efectivo y mercadería de un comercio frente a la Seccional 25ta de Rawson (ver Frente a…). Y electrodomésticos, joyas, ropa y calzado en una casa situada a unos 50 metros de la Seccional 27ma del barrio Aramburu, Rivadavia (ver aparte).


EN EL ENI 20

El caso más preocupante ocurrió en el ENI 20 que tiene dos salitas en una construcción dentro del predio de la escuela primaria Juan Enrique Pestalozzi, y otra más en el edificio principal que sufrió múltiples ataques. El jueves (el hecho trascendió ayer) se metieron a una salita, orinaron, dejaron gráficos obscenos, violentaron tres armarios y robaron de todo: un caloventor, una estufa, la bandera, resmas de papel, todas las tijeras, lápices, pinceles y temperas. Tres kilos de plasticola y otros 15 potes de colores, kit de cuadernos, rompecabezas y otros juegos, cartulinas, tapas de carpetas, láminas del cuerpo humano o libros de cuento, alcanzó a enumerar, molesta, la directora Nancy Guerra.

Según Guerra, dos semanas atrás habían entrado a robar en otra salita que funciona en el edificio principal de la escuela y de allí robaron un grabador, una estufa y también materiales para los niños, que son comprados por los padres.

Justamente tras el robo, un grupo de madres cortó la calle 25 de Mayo en la mañana pero ayer dijeron no haber tenido respuestas ni de Educación ni de la Policía.

‘La Motorizada se puso en la casa del portero para más seguridad, pero no lo hemos logrado: teniendo la Policía al lado, siguen robando’, dijo ayer Stella Colotto, directora de la Escuela Pestalozzi.