Era la rutina de siempre. Salir a correr por el camino en el que alguna vez compitió (la huella que lleva de Vallecito a Nikizanga, en Caucete) recorrer entre 20 y 25 km. y volver a casa. Pamela Delgado (28 años) y su compañero de entrenamiento Angel Reynoso salieron a las 11 del sábado resueltos a cumplir esa misión, pero cerca de las 18 de ese día los planes se estropearon peligrosamente, cuando la joven equivocó el rumbo y recién a las 13 de ayer pudo ser auxiliada por dos hombres en camioneta que la dejaron en un puesto de Nikizanga, a unos 60 km. de donde la vio por última vez su compañero. Allí la encontró la policía a las 16,45. Durante 26 horas, la joven sobrevivió sin agua ni comida y a la intemperie en el campo, donde sólo paró un poco más de dos horas para dormir, informó ayer el jefe de la Unidad Rural 1, el oficial inspector José Guzmán, a cargo del equipo de búsqueda que incluyó 10 hombres de su área, dos del Geras, al menos un baqueano y el propio Reynoso.
Según Guzmán, el equipo de atletas partió alrededor de las 11 de la mañana del sábado por la huella ubicada detrás del hotel de Vallecito, con la idea de recorrer varios km. hasta un punto y volver. Pero hubo un momento en el que la joven se adelantó a su compañero, cuando ya habían realizado un tramo importante de la práctica y entonces Reynoso resolvió quedarse a esperarla.
Alrededor de las 18, explicaron, Reynoso vio regresar a Delgado pero a unos 500 metros la perdió de vista cuando se metió a un socavón y desde entonces sus esfuerzos por localizarla resultaron inútiles. Los policías de la Unidad Rural supieron del caso alrededor de las 23, y entonces dos efectivos en motos salieron a rastrillar el campo pero hasta las 7 de la mañana nada se supo de la atleta. Delgado -explicaron- había escuchado los motores y visto las luces de las motos sin poder hacerse notar por el cansancio. Y también a las 7 reinició su caminata luego de dormir dos horas entre unos arbustos, explicaron en la policía.
La joven siguió avanzando por lo creía era la huella, pero en realidad transitaba sobre el Río Seco y cada vez se metía más al campo, alejándose de su destino. Tanto, que recién ayer la encontraron a unos 60 km. de donde la vio Reynoso, luego de varios tramos de caminar en círculos. Luego de ser hidratada, la joven pudo volver a su casa, sana y salva.

