Ocurrió el penúltimo día del mes anterior en el departamento Pocito. Lo denunció Elías Zapata un joven que, según los policías que intervinieron en el caso, estaba muy nervioso a la hora de relatar lo ocurrido. En la denuncia consta que a las 21 del jueves 29 de junio delincuentes en dos vehículos lo interceptaron, le rompieron un vidrio del auto y a punta de pistola le llevaron una mochila con el dinero. Según el relato del damnificado, iba a cambiar los billetes verdes por pesos (unos 118 millones en moneda nacional), aunque esa versión nunca se confirmó. En el segundo juzgado de instrucción, que conduce Mabel Moya, y que se ocupa de esta investigación, no hay mayores avances, y en la Policía ya creen que el caso quedará en nada.
Supuestamente, Zapata y su hermano se dedican a la compra y venta de vehículos y al negocio de las subastas, pero en la Policía al menos no descartan ninguna hipótesis. Una de ellas, corroboradas por una fuente de la justicia provincial, indica que Zapata y su hermano estarían vinculados a una financiera que operaría en la Ciudad y que de ese lugar provendría el dinero. Ayer en la tarde corrió la versión de que la Justicia Federal había recibido y estaba tramitando una denuncia por una presunta actividad ilegal de esa financiera, pero fuentes del juzgado que dirige Leopoldo Rago Gallo aseguraron que tal investigación no existe.
En el juzgado de Moya nadie atendió el teléfono ayer, pero por fuentes judiciales y policiales se conoció que hasta ahora no hay ningún avance en la investigación. Las fuentes sospechan que la jueza ni siquiera ordenó allanamientos, a pesar de haber recibido algunas denuncias anónimas incluso.