Según la investigación llevada adelante por la Justicia Federal, los policías de la Seccional 17 detenidos durante la madrugada liberaban zonas, plantaban pruebas y tenían en los armarios de la comisaría droga que no podían justificar y que no tenían vinculación con causa alguna. Además, están sospechados de "actuar ilícitamente en la detención" del hombre acusado de matar a una mujer durante el Carnaval de Chimbas.
Las escuchas telefónicas fueron claves para desandar el mecanismo llevado adelante por los uniformados en el último tiempo y que se enmarca en la megacausa conocida como los “narco-policías” y que se hizo pública el año pasado.
El juez Federal Leopoldo Rago Gallo explicó que los policías negociaban con droga (que nunca fue declarada como secuestro de algún procedimiento) para devolverla al circuito comercial, liberar zonas, obtener datos o “plantársela” a quienes ellos disponían.
Sin embargo, los efectivos también quedaron relacionados a la causa que investiga el asesinato de María Bugueño, la mujer que murió al recibir un disparo durante el Carnaval de Chimbas.
Aunque la investigación por el crimen quedará en manos del juez provincial Pablo Flores, del Segundo Juzgado de Instrucción, Rago Gallo adelantó que los efectivos "tuvieron un accionar absolutamente ilícito para obtener pruebas y para relacionarlas con alguna persona determinada”.
Caso María Bugueño
Según explicó el juez del Segundo Juzgado de Instrucción Pablo Flores, las escuchas entre uniformados de la Seccional 17 son claras. “Hay una conversación entre un policía con otros dándole directivas de plantar una prueba en un lugar determinado”, dijo.
Aunque calificó como “grave” lo sucedido, aclaró que no se trata de una prueba sustancial que haya terminado en la detención de Miguel Ángel Tapia, de 19 años.
Además, confirmó que la familia del único detenido realizó una denuncia formal por apremios ilegales y que los resultados de los estudios médicos ya están en su poder, aunque no adelantó más al respecto.