Un niño enchufó su celular y lo dejó arriba de una cama, con tan mala suerte que se produjo un cortocircuito y esto desató un incendio que casi destruyó su vivienda en Rawson. El fuego tomó por sorpresa a la dueña de casa, a su madre y a sus dos nenas, que en esos momentos dormían y que fueron despertadas a tiempo por sus hijos mayores. Las llamas consumieron muebles y artefactos y también causaron la muerte de las tres mascotas del hogar: una perra Caniche preñada y una pareja de gatos.
Fue la peor manera de cerrar un domingo de festejo por el Día de la Madre para María Molina (33), una agente de Policía y madre de 4 niños que horas antes había estado celebrando su día con sus hermanos y su mamá en esa misma casa situada en la manzana I del Bº Los Horcones.
Esto sucedió cerca de las 20 del domingo, cuando se encontraban solos. María estaba tan cansada que se acostó a ver tele junto a su madre y sus nenas de 5 y 3 años en el dormitorio principal. Todas ellas después se durmieron. Sus dos hijos varones, de 10 y 14, salieron a jugar a la calle y al rato empezaron ver una humareda en la parte trasera de la casa. ‘¡Mamá, mamá, la pieza!’, le gritó su hijo mayor, Ezequiel. Molina despertó y corrió al otro dormitorio. Al abrir la puerta, vio las llamaradas. Ya ardían las dos cuchetas. En esa pieza murió carbonizada la perra, también se quemaron el placard con toda la ropa, los útiles de los chicos, una guitarra y una netbook.
Lo único que pudo hacer la mujer, fue sacar a su madre y a los niños. El fuego avanzó rápidamente sobre el baño y el dormitorio principal. Los vecinos ayudaron a sacar algunos muebles del comedor, pero el calor y el humo dañaron la heladera, el TV y otros artefactos. Los dos gatos murieron intoxicados por el humo. Según Molina, todo se originó por un celular que enchufaron y dejaron sobre una cucheta.

