Anoche Roberto Santander (izquierda) radicaba la denuncia en la seccional 17ma y lamentaba lo que le pasó.

 

 

Al menos cuatro delincuentes armados sorprendieron en la tarde de ayer al encargado de una reconocida cadena de tiendas de ropa en la puerta de su casa de Chimbas, lo encañonaron y le robaron 1.200.000 pesos en efectivo, dinero que pertenecía a la empresa donde trabaja, dijeron fuentes policiales. Roberto Santander (45) se estaba por ir a Buenos Aires a hacer pagos a proveedores, y los investigadores sospechan que alguien filtró ese dato a los malvivientes, aseguraron. El robo es el más importante en los últimos 7 meses (ver aparte).

Todo ocurrió alrededor de las 16.30, cuando Santander salía de su vivienda, ubicada en la manzana "Q" del barrio Andacollo I, a pocas cuadras de la plaza principal chimbera. En la puerta lo esperaba un remís, pero el encargado ni siquiera alcanzó a llegar a la vereda. Es que apenas abrió la puerta, dos sujetos encapuchados, que al parecer estaban esperando ese momento, lo abordaron a punta de pistola, lo tiraron al piso y a los gritos le sacaron las dos mochilas donde tenía los billetes, indicaron voceros policiales. Otro sujeto se encargó del remisero, al que le puso un arma en la cabeza para que no interviniera, dijeron fuentes policiales. Terminado el golpe, los ladrones escaparon en una camioneta Ford F100 que los esperaba en la esquina. "Todo pasó en menos de un minuto. Lo estaban siguiendo parece", dijo un empleado de la cadena de tiendas. Y el parecer de los investigadores policiales sigue esa sintonía. Todo indica que alguien sabía que Santander se iba a Buenos Aires con $1.200.000 y lo "vendió" a los malhechores, dijeron.

 

La vivienda donde los delincuentes lo abordaron para robarle las dos mochilas con el dinero. Están convencidos de que alguien filtró el dato a los ladrones para que atacaran.

 

En la casa de la víctima funcionan cámaras de seguridad y toda la maniobra quedó filmada. El video ya fue aportado por Santander y ahora los efectivos de Robos y Hurtos trabajan para encontrar a los asaltantes.

"No tengo ganas ni de hablar. Lo único que rescato es que no me hicieron nada a mí", alcanzó a decir anoche a este diario la víctima.

El caso de $1.950.000
 

Hasta ayer, el golpe más importante de los delincuentes había sido el que sufrió una de las hijas de otro comerciante en el rubro de las tiendas de ropa, Ceferino Oropel en su casa del barrio Belgrano, Rawson. La tarde del 9 de noviembre pasado, la chica fue sorprendida por dos sujetos que, tras reducirla, se abrieron paso hasta una pequeña bóveda construida bajo la cama del matrimonio. Allí guardaban $1.950.000.