San Juan.- Lucio Rufino Mazza (64) no podía creer que esa plata que juntó para comprarse un vehículo se le esfumó de un abrir y cerrar de ojos. Este hombre, domiciliado en la Mza 5 Casa 18 del Barrio Aramburu pasó esta mañana un trago amargo cuando se fue a trabajar, sobre las 5, y a las horas fue avisado que habían ingresado a su casa.

Cuando Lucio volvió a su casa se topó con que delincuentes se habían llevado 60.000 pesos y varias joyas que, más allá del valor económico (eran de oro), poseían un valor sentimental.

Aparentemente, fueron dos los delincuentes que ingresaron por el frente, tras romper la puerta reja y luego la de madera. No revolvieron la casa, fueron hacia donde estaba la plata.