En el asfalto, las marcas de caucho quemado de los neumáticos indicaban un último intento del conductor para evitar el violento impacto contra un gran eucalipto. Pero esa brusca maniobra no alcanzó: el auto quedó completamente destruido en su frente, con varias partes desprendidas de su estructura (como el motor, que de paso inició un incendio en pastizales), dar un trompo y quedar apuntando en el sentido inverso al que circulaba. La peor parte de ese tremendo choque la sufrió su conductor, que perdió la vida a pesar de llevar puesto el cinturón de seguridad y de que dos de los airbags se activaron.
Ese hombre se llamaba Ricardo Tomás Cortez, tenía 40 años y se especializaba en hacer perforaciones. Falleció alrededor de las 00,30 de ayer en calle Zapata, unos 500 metros al norte del cruce con la ruta provincial 155, en 9 de Julio.
Según fuentes policiales y judiciales, al momento del impacto Cortez circulaba hacia el Sur. Y esa circunstancia les llamaba la atención, porque se suponía que ya había ido a dejar a su pequeña hija a la casa de su expareja en el centro de 9 de Julio y debía regresar a su casa en Santa Lucía. "Puede que se haya vuelto porque a lo mejor se olvidó de algo", especuló ayer un investigador.
¿Por qué chocó Cortez? quienes investigan el caso bajo las directivas del fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales Adrián Riveros y el ayudante fiscal Leonardo Arancibia, no descartaban que el siniestro tuviera su origen en una falla humana.
Tenían esa hipótesis porque la víctima había participado de un festejo en Santa Lucía durante el domingo y no descartaban una posible descompensación. La teoría de una falla humana también parecía encontrar sustento en la ausencia de testigos y la falta de pruebas que indicaran la presencia de algún otro vehículo u obstáculo involucrado.
"Hay que esperar los resultados de los análisis toxicológicos y de la autopsia. También se recabarán imágenes de un emprendimiento cercano al hecho. Por ahora, todo indica que este hombre se accidentó solo", estimó un investigador.