Tras seis meses de permanecer prófugo, se entregó un obrero minero que era buscado por las supuestas violaciones a una niña de 12 años, hija de su expareja. Según la denuncia, el sujeto abusaba sexualmente de la nena cuando ésta y su hermana menor, que es su hija biológica, iban de visita a su casa.
El caso fue publicado por DIARIO DE CUYO en septiembre pasado después de que se supo que este hombre (no se da el nombre para preservar a la víctima) de 30 años abandonó su puesto de trabajo en una empresa minera y se dio a la fuga al enterarse que la Policía había allanado su casa en 25 de Mayo para detenerlo. Versiones policiales indican que el sujeto se habría ocultado en el campo todo este tiempo, dado que tiene experiencia en la cría de animales. Sin embargo, no soportó el aislamiento ni la vida de clandestino y fue así que días atrás se entregó en Tribunales en compañía de un abogado, explicaron.
Este hombre estuvo conviviendo con la madre de la víctima y de esa relación nació otra nena. El año pasado la pareja se separó, pero él continuó viendo a la niña más pequeña y también a la mayor, a la que supuestamente consideraba como otra hija, según las fuentes. En ocasiones el hombre llevaba a las niñas a su casa y hasta se quedaban a dormir. Según la denuncia, en esos encuentros en su domicilio aprovechaba para quedarse a solas con la mayor de las nenas y abusaba de ella. No trascendió desde cuándo ocurría esto, pero los exámenes médicos confirmaron que la menor fue accedida carnalmente, según fuentes del caso.
