Días atrás se realizó en los tribunales de Bariloche la audiencia de ofrecimiento de pruebas de cara al juicio oral que deberá afrontar el coordinador sanjuanino acusado de haber abusado sexualmente de una estudiante que realizaba su viaje de egresados en Bariloche. Al joven futbolista se lo vio enyesado y con muletas, producto de una fractura que sufrió recientemente en un partido oficial entre Cruz del Sur e Independiente.

 

Fuentes judiciales admitieron que al no estar detenido, el juicio contra Enzo Lampasona no es prioridad, por lo que ante la cantidad de casos a resolver, su proceso podría llegar a la última instancia recién en el segundo semestre de 2017. Enzo Lampasona, el joven coordinador estudiantil sanjuanino y futbolista, es acusado de haber abusado sexualmente de una estudiante de esa provincia que realizaba el viaje de egresados en Bariloche.

 

 

En la audiencia desarrollada a principios de este mes, las partes pudieron ofrecer la prueba que consideran necesaria para rendir durante la etapa de juicio oral, tanto para avalar la tesis acusatoria en el caso de la Fiscalía, como aquella que mejore la condición del joven imputado en el caso de la defensa. Lampasona, asistió a los tribunales con sus abogados, enyesado y con muletas, producto de una severa lesión ósea que sufrió en un partido oficial de la liga de fútbol de Bariloche, entre Cruz del Sur -equipo en el que milita desde que fue excarcelado- e Independiente.

 

De acuerdo a la imputación efectuada por la Fiscalía, el hecho que involucra al coordinador ocurrió el 29 de octubre de 2015, aproximadamente a la una de la madrugada en instalaciones de un hotel de Bariloche. En la oportunidad, una estudiante de 17 años de edad, quien se encontraba junto a sus compañeros del viaje de egresados en un local bailable, solicitó regresar al hotel donde se hospedaban por sentirse descompuesta. Por ese motivo el coordinador del grupo la acompañó. Ya en el establecimiento hotelero, la condujo hasta la habitación, a la que ingresaron ambos, abordándola y sometiéndola sexualmente.

 

Para cometer el delito, Lampasona aprovechó que la menor había quedado bajo su guarda y en estado de vulnerabilidad por estar descompensada, sin fuerzas para resistir de forma efectiva su accionar. La adolescente sufrió además, una serie de lesiones en distintas partes del cuerpo. Consumado el abuso, el imputado se retiró de la habitación, mientras que la joven se dirigió a la conserjería del establecimiento para pedir ayuda. Finalmente y tras algunas idas y vueltas, se activó el protocolo de abusos sexuales, se dio intervención a la defensora de Menores, Natalia De Rosa, que ante la ausencia de los padres de la menor, radicó la denuncia en sede judicial.

 

 

Al momento de ejercer su defensa material, previo asesoramiento legal que le brindara su abogado defensor tras compulsar la totalidad del expediente y documentación secuestrada, el imputado negó el hecho atribuido y brindó explicaciones exculpatorias. Aunque no se informó oficialmente, extraoficialmente trascendió que Lampasona explicó que la relación había sido consentida.

 

Cuando se dictó el procesamiento, el juez Burgos valoró especialmente informes médicos, psicológicos y sociales, declaraciones ante Cámara Gesell, testimoniales, objetos secuestrados, informes de OFAVI, informes de muestras biológicas, entre otros elementos que a su criterio acreditaron la ocurrencia del hecho tal como fue denunciado por la víctima.

 

Lampasona había permanecido detenido aunque tras una serie de apelaciones se le concedió la libertad, por lo que llegará a la instancia de juicio oral en esa condición. En tanto, otros seis individuos que fueron imputados por la presunta comisión del delito de encubrimiento, fueron sobreseídos. A los seis, les atribuyó el haber intentado ocultar lo ocurrido, cuando la joven se acercó a otros empleados de la empresa de turismo estudiantil para pedir ayuda. Se trata de otro coordinador “junior”, el coordinador general del contingente, el responsable de la asistencia médica, un recepcionista, el gerente del hotel y el policía que estaba de custodia en el complejo, la madrugada del hecho.

 

Fuente: El Cordillerano