La mamá hablaba por teléfono con su hermano que vive en España. El resto de la familia levantaba la mesa o charlaba, tras otro tradicional almuerzo de domingo. Como estaban limpiando, el abuelo le pasó el bebé de 1 año a su otra nieta para que lo llevara a jugar con el andador a la vereda. Así lo hizo, sólo que aparentemente la niña se descuidó de su hermanito unos segundos y sucedió lo menos pensado. El bebé llegó a un borde, cayó con el cochecito a una acequia y el agua lo arrastró sin que nadie lo viera. Al menos cien metros recorrió por ese cauce, pasando por abajo de cuatro puentes, hasta que lo rescataron casi muerto. Fueron momentos dramáticos para la familia, pero el milagro se hizo al llegar al Hospital Ventura Lloveras, donde consiguieron salvarle la vida al pequeño.

Esto pasó ayer pasadas las 13 en calle Belgrano del Bº Covisar, en Media Agua, Sarmiento. Mateo José Bertomeu Alemañe, de 1 años, llegó a ese nosocomio con un cuadro de principio de asfixia por inmersión y de hipotermia, contó la médica Viviana Rodríguez. "Se le practicaron maniobras de resucitación y calentamiento. Y gracias a Dios, salió todo bien y el bebé reaccionó", contó la profesional. El niño fue trasladado a Capital y anoche permanecía en Terapia Intermedia del Hospital de Niños, aunque "fuera de peligro", dijo su abuelo José Alemañe, quien relató cómo ocurrió el accidente en la puerta de su casa.

Su hija Mariela con su marido y sus nietos estaban de visita. "Habíamos terminado de comer. Y le digo a mi nieta de 13 años, que lleve su hermano a jugar afuera. Se lo llevó, cuando al rato escuchamos: "¡El niño! ¡El niño!". Salimos. El andador estaba dado vuelta en la acequia y el niño no estaba. Nunca sabe pasar agua por aquí, y justo ahora había. Era poca, pero se lo llevó", contó Alemañe. Algunos vecinos vieron pasar al nene por el cauce y bajo los puentes, pero nadie lo alzó. Fue su propia hermanita la que lo rescató como a los 100 metros, agregó. Mariela, la mamá, lo tomó en sus brazos y en un auto fueron de inmediato al Hospital Ventura Lloveras. Todos sintieron alivio cuando a los minutos escucharon llorar al niño, gracias a la rápida asistencia del equipo médico.