Un sanjuanino de 48 años fue detenido el último miércoles en la ciudad cordobesa de Río Cuarto y traído a nuestra provincia para empezar a ser investigado por el presunto abuso sexual de un nene, hijastro suyo, al que supuestamente obligaba a que le practicara sexo oral a cambio de permitirle usar una tablet. La denuncia fue radicada en la UFI Anivi el pasado 28 de julio por una psicóloga del Hospital de Pocito que explicó que a principios de ese mes había comenzado a atender a la presunta víctima, de 12 años, debido a que una trabajadora social de la residencia estatal donde el niño vive lo había derivado porque una cuidadora había notado en él ideas de muerte y de autoagresión. La denunciante dijo que en la segunda entrevista, el 21 de julio, el menor le develó que la expareja de su madre lo ultrajaba cuando convivían en San Luis, entre los años 2019 y 2022.

En la audiencia del pasado viernes, el acusado -asistido por la representante de la Defensa Oficial Mariela Ordoñez- se negó a declarar ante el juez de Garantías Alberto Caballero, quien a pedido del fiscal Duilio Ejarque y la ayudante Milena Berbari (UFI Anivi), le impuso prisión preventiva, pero por un plazo menor (2 meses) y a cumplir en la seccional 32da de Las Casuarinas, en 25 de Mayo, de donde es oriundo el sospechoso.

El delito que le imputan es abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por la convivencia. Antes, en 2008, había sido condenado por una tragedia vial, motivo por el que buscó tranquilidad radicándose en San Luis. En sus visitas esporádicas a su 25 de Mayo natal conoció a la madre del menor y en septiembre de 2019 se la llevó a vivir con él, junto con el niño. La mujer declaró que sufría violencia física y psicológica, por lo que en 2022 decidió separarse. También confesó que su hijo en los días posteriores le había revelado los abusos que padeció, y que en varias ocasiones lo encontró atándose sogas al cuello. Por esos intentos de suicidio intervino la Justicia y alojaron al nene en un hogar estatal. En tanto, el imputado intentaba rehacer su vida en Río Cuarto, donde tenía una nueva novia y trabajaba -según dijo- como chofer de una empresa.